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Crónica – Origen, Características, tipos, estructura

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¿Qué es el subgénero de la crónica?

Es uno de los subgéneros literarios más importantes del género didáctico, del cual, además, derivan una gran variedad de actividades periodísticas si nos referimos a la modernidad. La crónica es un subgénero didáctico que se enfoca en la recopilación de acontecimientos históricos que son narrados siguiendo una línea cronológica. 

En el mundo literario, la crónica es un recurso que sirve a los autores para poder contar una historia ficticia que tiene una fuerte relación con la realidad, de manera que el escritor puede usar el subgénero como herramienta para su propia obra literaria. Por otro lado, su clasificación no ha sido del todo aceptada, dado que es un considerado un subgénero que se puede transformar con el paso del tiempo, la intención y el uso que le dé el autor. 

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Significado del subgénero crónica

El término crónica procede del latín chronica, que a su vez procede del griego cronos, el cual hace referencia a -tiempo-. Algunos expertos lo relacionan directamente con el kronika biblios del griego, que quiere decir -libros que siguen el orden de tiempo-. Es así que, en la crónica, los hechos se narran a partir de un orden temporal, contando en muchos casos con testigos que dan su palabra de los acontecimientos. 

Definición del subgénero crónica

Se establece como crónica a un relato cuyo contenido narra una serie de hechos siguiendo una línea cronológica. Por el tipo de contenido que sigue, el cual se caracteriza por ser real, ha podido participar en producciones de variados medios de comunicación donde su formato también se ha adaptado según el modelo por el que se represente. Sin embargo, la crónica, siguiendo la línea literaria, puede incluir algunos elementos ficcionales. 

crónica

¿Cuál es la función de la crónica?

Los autores de la crónica que suelen recibir el nombre de cronistas, tienen la intención de describir los acontecimientos obedeciendo, en muchos casos, a una visión crítica de lo que ha sucedido. Es por ello que incluyen frases y momentos enfocados al lector o espectador, de forma que intenta establecer un diálogo con este en el que lo hace parte de lo que está contando. Por otro lado, la función puede variar en función del tipo de crónica que se trabaje, como veremos más adelante. 

Historia y origen de la crónica

Aunque no se ha determinado una fecha exacta del surgimiento de la crónica, los primeros indicios escritos que se tienen son los de la Edad Media y el Renacimiento, donde este tipo de textos eran conocidos como “anales”. Esta primera forma de crónica consistía en textos que reunían acontecimientos organizados año por año, sin embargo, luego, en la crónica establecida pasarán a ser registros históricos de hechos escritos obedeciendo un tiempo por el autor. Es así que la crónica como subgénero surgirá a partir de la necesidad de incluir en los textos asuntos de importancia vital para la época como el origen del mundo y el origen del ser humano, esto a partir del contenido bíblico. 

Así, la crónica seguirá una línea dictada por la Biblia que desencadena en la historia del pueblo que recibe a Cristo y toda su vida, incluyendo la posterior expansión del cristianismo. En sus inicios, la crónica no tenía una intención definida, sino que se enfocaban en presentar un tipo de reseña cronológica de hechos relevantes sobre una persona en específico, teniendo lazos cercanos a la biografía. 

Con el paso del tiempo la crónica fue haciendo presencia en medios de comunicación como la televisión, los periódicos, las revistas y hasta la radio, donde el autor de la crónica es quien la escribe o la cuenta verbalmente en una sección enfocada en este tipo de subgéneros dentro del programa o espacio específico, según el medio de comunicación en el que se cuentan asuntos relacionados con diversos campos. 

Características del subgénero crónica

Veamos los puntos esenciales de la crónica: 

Tiempo: la esencia de la crónica y desde la cual se establece que se trata del subgénero partiendo de su mismo nombre, es que los hechos están narrados siguiendo juiciosamente un orden temporal a partir del momento en el que ocurren. 

Intención: como mencionamos, debido a las modalidades de la crónica, pueden existir distintas funciones. De esta manera, podemos identificar crónicas con un interés humanista en el que se intenta estimular y despertar emociones en el lector a partir de los hechos que se le presentan, así como el interés social, caracterizado por incluir críticas a la sociedad, señalando aspectos como el poder y las condiciones del pueblo. 

El autor puede emitir un juicio en relación con los hechos y comentarios de acuerdo a su perspectiva. 

Lenguaje: una de las particularidades de la crónica tiene que ver con el lenguaje que usa, dado que se caracteriza por ser muy sencillo y concreto. Los mensajes, hechos y demás acontecimientos son narrados con un lenguaje directo que se enfoca en el uso de adjetivos y las descripciones. Usa verbos frecuentemente y situaciones ligadas a un espacio y tiempo determinados. 

Estructura narrativa: por el orden del contenido que sigue la crónica, contiene a sí mismo una estructura narrativa en la que inicia con una presentación de los hechos, pasa al eje central y cierra con la finalización de los eventos que puede ser de manera evidente o dando paso a un “continuará”. 

Valor informativo: su intención informativa es un aspecto que puede estar presente en gran parte de los tipos de crónica que veremos más adelante, pero además de ello destaca no sólo la intención de informar a partir del formato que elija, sino también resaltar el valor estético en el que transmite los hechos y el conocimiento a partir de una narración documentada. 

Partes del subgénero crónica

El contenido de la crónica puede incluir de forma directa cualquiera de los siguientes elementos o partes en menor o mayor medida, pues esto dependerá precisamente del tipo de crónica, en muchos casos. Las partes de la crónica son: 

Presentación descriptiva: es la primera parte de la crónica en la que se enfoca en la presentación de las personas, objetos o momento en particular en el que inician los hechos. La intención de esta parte es dar una respuesta al porqué de los acontecimientos y las acciones de los personajes de la historia. 

Comentarios: a lo largo de la historia que se está narrando, el autor puede incluir distintos recursos del lenguaje que le permitan, además de darle continuidad a su crónica, también incluir una intervención propia que da la ilusión de una participación en la que agrega un comentario frente a los eventos que van teniendo lugar. 

Diálogos: es un elemento de gran importancia, dado que a través de los diálogos es posible identificar ideas, recuerdos, experiencias y en general contenido que nutre la crónica a partir de la palabra de testigos y participantes, donde se incluyen comentarios de otras personas a partir de discursos directos o indirectos. 

Discurso directo: en esta parte, el autor recurre al uso de comillas para agregar textualmente comentarios o explicaciones hechas por el o los protagonistas de los acontecimientos narrados. Este elemento permite generar el efecto de veracidad de los hechos. 

Discurso indirecto: en esta parte, el autor es el que toma la palabra de los eventos en lugar de la persona que los vive directamente, de ahí que incluya lo que considere de vital importancia y resumen los sucesos. 

Gráficos: la crónica puede incluir otra serie de recursos además de la palabra, como por ejemplo fotografías del momento, fotografías de los protagonistas y el espacio ocupado, gráficos, dibujos, etc. 

Por otro lado, las partes de la crónica varían en el sector periodístico, donde requiere de un titular que llame la atención del lector, según el formato, se presenta una introducción de los hechos, posteriormente se desarrolla el contenido y cierra con una conclusión que puede incluir reflexiones y aportes de los protagonistas o expertos. 

Tipos del subgénero crónica

Los expertos han hecho una clasificación primaria de la crónica en tres campos, de los cuales derivan, luego, otros tipos de crónica. Esta primera organización establece los siguientes tipos: 

Crónica informativa

El contenido narrado es profundizado y es presentado poco a poco. No cuenta con la opinión del periodismo propiamente. 

Crónica interpretativa

Es un tipo de texto con tintes subjetivos en el que el autor se documenta para explicar y dar sentido al fenómeno social del contenido que narra. 

Crónica opinativa

Es una crónica presenciada por el reportero o el autor en el que se comenta de forma directa según la vivencia de los hechos. 

Crónica periodística

Puede evidenciarse en medios como los periódicos y las revistas, así como la televisión y la radio. Su intención es exponer una información de forma concreta sin recurrir al uso de recursos expresivos ni fantasiosos. Es un contenido redactado de manera directa que carece de elementos emocionales o subjetivos. Sin embargo, el autor puede incluir frases que intenten generar una respuesta en el lector o espectador. 

En los medios de comunicación, particularmente, la crónica ha sido regida por una clasificación que distingue el contenido y en muchos casos, el enfoque de la crónica. De esta manera, podemos distinguir otros tipos de crónica: 

Crónica amarilla

Son historias o hechos que son mucho más subjetivos y que suelen estar contados directamente por un ciudadano común, quien toma la voz de la narración y empieza a contar lo sucedido. 

Crónica blanca

En este caso, la crónica se caracteriza por tener un contenido más objetivo en el que la voz que da cuenta de los acontecimientos a menudo es una figura de autoridad, una persona experta o profesional en determinada área. 

Crónica policial

En este caso, los hechos que se narran están relacionados con acciones delictivas que sirven como testimonio para procesos judiciales para las autoridades competentes. 

Crónica política

Son las crónicas cuyo contenido se enfoca en la narración de hechos que tienen gran importancia dentro del ámbito político en relación con figuras y acontecimientos determinantes. 

Crónica deportiva

Son acontecimientos que tuvieron lugar dentro del campo deportivo, frente a enfrentamientos de esta actividad y deportistas directamente. 

Crónica social

Este tipo de crónica se enfoca en acontecimientos y eventos sociales en relación con sucesos de gran importancia. 

Crónica de viajes

Son un tipo de crónica que narran por detalles eventos de un viaje determinado, la experiencia y en general, todo lo que se vivió allí. 

escribir una crónica

¿Cómo escribir una crónica?

Ahora bien, luego de haber revisado toda esta información, podemos pasar a escribir una crónica. Para ello debemos tener en cuenta lo siguiente:

  1. Elige el evento

Lo primero que se debe hacer es elegir el evento sobre el cual vamos a hablar en la crónica. En general, podemos elegir cualquier tipo de acontecimiento independientemente de su contexto o área, ya sea que se trate de un suceso deportivo, popular, social, político e incluso cualquier suceso familiar. 

  1. Establece la idea central 

Una vez hayas elegido el tema de la crónica, es momento de establecer el eje, que será la idea central o el asunto más importante sobre el que gira la historia. Aunque estos pueden ser variados, lo ideal es elegir aquel que tenga mayor importancia y que pueda resultar de mayor interés de acuerdo al tipo de público al que vaya dirigido y el tipo de crónica que se esté escribiendo. 

Fijar una idea central permitirá que la historia gire entorno a ella y evitará que se desvíe de ella. Esto es clave para mantener la atención del lector o el espectador. 

  1. Elección de fuentes 

Una de las claves del cronista a la hora de empezar el ejercicio de la escritura de la obra, es precisamente la selección de las fuentes. A menudo elige una fuente principal que se relaciona directamente con los testigos y protagonistas de los hechos. Posteriormente puede remitirse a documentos como libros, archivos, artículos y demás recursos relacionados con el tema en el momento y lugar específicos. También aparece una tercera fuente que pueden ser los efectos generados por los sucesos, como cambios determinantes en las sociedades, efectos en el clima, entre otros. 

  1. Empezar a escribir 

Cuando se tenga todo lo anterior, es momento de poner manos a la obra y empezar a escribir la crónica. Es fundamental que las ideas principales sean desarrolladas de forma clara y precisa para mantener la atención del lector y evitar la pérdida de la atención hacia el eje central, razón por la que la redacción y ortografía son elementos imprescindibles en el desarrollo de la crónica. 

Recuerda que una de las claves de la crónica es la sencillez de su lenguaje, de manera que puedes evitar palabras o términos técnicos, y poner el lenguaje en un modo más coloquial y natural que el lector pueda interpretar fácilmente según su contexto. 

Para escribir crónica, hay que leer crónica, por ello es muy importante que recurras a autores destacados en este subgénero. Lee sus obras y empieza a explorar todas las dimensiones de esta categoría que tanta evolución ha tenido en el mundo literario. 

Autores y obras más importantes del subgénero crónica

Uno de los ejemplos más importantes de la crónica literaria en particular, es el escritor colombiano Gabriel García Márquez con su obra “Crónica de una muerte anunciada”. Otro de los autores importantes y referentes de la crónica es Alberto Salcedo Ramos, quien ha desarrollado crónica literaria y periodística. Otros autores son Fray Bartolomé de las Casas, Enrique Jordán, Hernán Cortés, Fernando Ochoa Zazueta, Fernández de Oviedo, Alonso de Ercilla, Christian Alarcón, Alejandro Almazán, Martín Caparrós, Sergio González Rodríguez, José Antonio Castaño, Humberto Padgett, Leila Guerriero, Julio Villanueva Chang, Gabriela Wiener, entre otros más. 

Ejemplo del subgénero crónica

A continuación presentamos la primera parte de la obra “Crónica de una muerte anunciada”, escrita por el autor Gabriel García Márquez y que es una de las principales obras de referencia de la crónica literaria: 

El día en que lo iban a matar, Santiago Nasar se levantó a las 5.30 de la mañana para esperar el buque en que llegaba el obispo. Había soñado que atravesaba un bosque de higuerones donde caía una llovizna tierna, y por un instante fue feliz en el sueño, pero al despertar se sintió por completo salpicado de cagada de pájaros. «Siempre soñaba con árboles», me dijo Plácida Linero, su madre, evocando veintisiete años después los pormenores de aquel lunes ingrato. «La semana anterior había soñado que iba solo en un avión de papel de estaño que volaba sin tropezar por entre los almendros», me dijo. Tenía una reputación muy bien ganada de intérprete certera de los sueños ajenos, siempre que se los contaran en ayunas, pero no había advertido ningún augurio aciago en esos dos sueños de su hijo, ni en los otros sueños con árboles que él le había contado en las mañanas que precedieron a su muerte.”

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