¿Qué es la literatura feminista?
Si bien podemos hablar de textos trascendentales con un enfoque feminista a lo largo de la historia, estamos hablando también de un término relativamente reciente que busca reunir todo este tipo de textos. En principio, se trata de textos que cuestionan y ofrecen una mirada crítica sobre el rol de la mujer dentro de la sociedad. Además de esto, el feminismo estará vivo en la experiencia de la mujer que escribe frente a un mundo literario que había priorizado y limitado la creación para el sexo masculino.
Así, podemos señalar que son obras en las que el feminismo, como propuesta social e ideología busca mejorar la calidad de vida de las mujeres, atravesado por una igualdad social que ha sido agredida por la exclusión, la opresión y el machismo. En definitiva, hablamos de un tipo de literatura comprometida con los valores del feminismo y que deja al descubierto los problemas de una sociedad que los complica.
Aquí puedes conocer más sobre los tipos de textos
Origen de la literatura feminista
Durante los años 90 empieza a hablarse con mayor frecuencia de la literatura femenina, en particular para referirse a las obras que habían sido escritas por mujeres y que, en especial, están dirigidas al público femenino. Pese a un ámbito literario en el que la presencia de hombres ocupa los más extensos espacios de la publicación, lo cierto es que el público lector dominante era el femenino.
Esta evidencia ocasionó que las editoriales empezarán a dar lugar a las autoras que habían creado en sus obras un panorama totalmente distinto, esta vez con el punto de vista femenino en el que sus protagonistas también eran mujeres. Sin embargo, los estereotipos fueron un elemento que se mantuvo en el desarrollo. De esta manera surge la “literatura feminista” bajo la cual se podrán ubicar importantes obras emergentes escritas por Isabel Allende, Laura Esquivel, Stephanie Meyer, entre otras.
Características más importantes de la literatura feminista
Tratar de definir una expresión artística con una búsqueda profundamente ligada a la reivindicación social, política, económica y cultural de las mujeres, fue un trabajo bastante complejo que de hecho, continúa en marcha. Sin embargo, es posible identificar algunos rasgos distintivos que nos pueden ayudar a comprender mejor este tipo de literatura:
Objetivo de las obras
Uno de los principales rasgos de este tipo de literatura tiene que ver con la búsqueda de o bien crear conciencia sobre el panorama, o expresar los argumentos que tiene el feminismo. De esta manera destaca con mayor auge el mensaje que deja la obra. De esta manera se presentan aspectos esenciales de una sociedad injusta, personajes machistas que además, suelen reducir el rol de las mujeres. No obstante, este es solo uno de los elementos, pues muchas autoras difieren con este tipo de “etiquetas”, con el que se han referido a ellas.
Presencia directa o indirecta
Es posible identificar una gran cantidad de obras literarias en las que está presente el feminismo, algunas de manera directa y otras de manera indirecta. Sin embargo, en la literatura, no ocupa siempre la trama central sino que, a través de la revisión minuciosa es posible hallar aquellos indicios donde está presente el cuestionamiento y la reflexión.
Temática variada
A través de sus historias, las autoras que se han clasificado dentro de la literatura feminista, han resaltado por una temática variada dentro de sus obras. Dejando así en claro el mensaje a través de historias en las que se desarrolla la muerte, la vida, la sociedad, la intimidad, el tiempo, etc.
Literatura como resistencia
Otro de los más importantes avances y fortalezas que ha tenido el feminismo a través de la literatura, ha sido el de convertirse en una herramienta clave para plantear estrategias que le permitan hacer resistencia al patriarcado con el fin de eliminar la dominación que, en la literatura, había estado marcada a lo largo de su desarrollo histórico.
Obras de la literatura feminista
Entre las principales obras de la literatura feminista están presentes algunas como lo son: Las horas de Laura Brown, Un cuarto propio escrito por Virginia Woolf, El segundo sexo de Simone de Beauvoir, Los cautiverios de las mujeres: madresposas, monjas, putas, presas y locas de María Marcela Lagarde y de los Ríos, la Declaración de los derechos de la mujer y la ciudadana de Olympe de Gouge, El color púrpura de Alice Walker, El cuento de la criada de Margaret Artwood, Mamá desobediente de Esther Vivas, Persépolis de Marjane Satrapi, Los monólogos de la vagina de Eve Ensler, El cuaderno dorado de Doris Lessing, Una vida escrito por Simone Veil, Mi propia historia de Emmeline Pankhurst, La puerta de Magda Szab, Una mujer con atributos de Lillian Hellman, Teoría King Kong de Virginie Despentes, entre otras.
Así mismo, es necesario enfatizar en algunas de sus autoras cuyos trabajos también han sido reconocidos, así como sus carreras a lo largo de su evolución como tipo de literatura, y que se han convertido en importantes referentes para su desarrollo. Entre ellas encontramos: Olympe de Gouges, Virginia Woolf, Amelia Valcárcel, Laura Esquivel, Isabel Allende, Stephanie Meyer, María Dueñas, Simone de Beauvoir, Sylvia Plath, Charlotte Perkins Gilman, Ursula K. Le Guin, Doris Lessin, Celia Amorós, María Marcela Lagarde y de los Ríos, entre otras figuras importantes.
Y así finalizamos un recorrido sustancioso por un tipo de literatura que sigue sentando sus propias bases a partir de un proceso contextual, histórico y cultural con el aumento de escritoras y su propio reconocimiento. Recuerda que si quieres saber sobre otros tipos de literatura, movimientos, vanguardias y más, encuentras toda esta información en nuestra sección dedicada al mundo literario.
