¿Qué es un texto argumentativo?
Se habla de un texto argumentativo cuando se identifican textos cuyo principal objetivo es el de dar sustento a una tesis que es presentada a partir de una exposición organizada de ideas, razones o justificaciones coherentes y lógicas. Esta presentación tiene como propósito la persuasión del lector en cuanto al punto de vista que plantea el autor.
La argumentación, de manera general, implica la exposición de razones que tienen como fin demostrar un aspecto. De esta manera, implica una exposición de ideas o información previa para conseguir su objetivo. Esta es una clara muestra de la forma en la que entran en relación muchos tipos de texto para alcanzar su fin. En estos, el emisor tiene una intención comunicativa a través de la cual ofrece una visión subjetiva.
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Características principales de los textos argumentativos
Veamos ahora una serie de rasgos que comparten este tipo de textos y que permiten identificarlos de otros de su categoría principal. Así tenemos las siguientes características principales:
Enfoque principal
Este tipo de textos tienen como intención, sino es persuadir o convencer, provocar una reacción que coincida con la del autor o bien conmoverlo, creando así una sensación de simpatía o rechazo con lo que se está exponiendo. Esto se realiza basado en el enfoque que tiene el texto argumentativo en dirigiéndose a las dudas, temores, deseos o sentimientos del público.
Elementos emotivos y afectivos
Siguiendo el aspecto anterior, muchos de estos elementos para dirigirse más íntimamente al público están relacionados con los argumentos por lo concreto con ejemplos familiares o de personas cercanas, se alude a la opinión de expertos, se apela a la confianza que inspira el emisor y la credibilidad, usos de alguna imagen pública, señalar la elección de grupos en mayoría, ejemplificación, enumeración, entre otros.
Usos frecuentes
Aunque si bien lo cierto es que los textos argumentativos podemos identificarlos en una gran cantidad de espacios y temáticas, suelen estar diseñados especialmente para objetivos que impliquen el convencimiento de una gran cantidad o al menos, considerable cantidad de personas. Es por ello que a menudo sus recursos se utilizan en el medio de la publicidad, por ejemplo.
Claridad de la información
Para ahuyentar cualquier tipo de dudas que alejen al autor de su objetivo principal, es fundamental que la información se presente de manera clara y de esta forma, en lo posible, no habrá vacíos para el lector y será mucho más corto el camino para convencerlo de la idea que se le presenta. Es por ello que las clasificaciones, enumeraciones y descripciones, son elementos clave que permiten una mejor organización y exposición de la información.
Estructura de un texto argumentativo
Este tipo de textos está organizado a partir de tres partes fundamentales, aunque es posible que en su desarrollo se generen otros elementos complementarios que permitan la exposición de la información. Veamos:
Tesis inicial
En esta sección el autor debe exponer de manera clara la idea principal sobre la cual va en defensa el contenido de su texto. Es decir, la idea que va a defender. Es muy importante que esta idea o tesis inicial quede formulada de manera clara, dado que en el desarrollo del textos debe girar entorno a ella y esto debe ser comprensible fácilmente para el lector.
Desarrollo argumental
En esta parte se deben exponer de manera clara todos un cada uno de los asuntos, justificaciones o razones. En esta sección el autor debe empezar a presentar las citas textuales que le van a permitir dar soporte a su tesis inicial y que, de esta forma, demuestran el punto de vista que ha planteado.
Conclusión
También conocida como síntesis, es la parte final en la que se cierra el texto y en la que de acuerdo a la información planteada en el desarrollo, inicia la parte de comprobación y conexión de ideas para dar firmeza a la idea que se desarrolló. Es clave que esta última parte sea coherente desde la idea o tesis hasta el desarrollo y la forma en la que se presentó para lograr convencer al lector.
Tipos de texto argumentativo
Ahora bien, es posible identificar varios tipos de argumentación en el desarrollo de este tipo de textos. Esta división se realiza a partir de las estrategias que permiten al autor contribuir en su proceso de escritura. Entre las principales encontramos las siguientes:
Argumento de autoridad
El argumento presenta directamente la credibilidad de la fuente, ya sea que se trate de un testigo o bien de un instituto de investigación o un investigador. Es muy importante añadir todo tipo de recursos necesarios para las investigaciones, como por ejemplo los enlaces de recolección de información o mención de la institución sobre la cual se consultó.
Argumento de causa y efecto
También conocido como argumento de causa y consecuencia, esta estrategia le permite al autor, para poder comprobar su tesis, empezar a buscar las relaciones de causa o motivos, así como las de efectos o consecuencias, las cuales le permiten conectar la tesis y la conclusión de manera más concreta.
Argumento de ilustración
En este caso hablamos de una estrategia que permite confirmar lo expuesto a partir de hechos reales. No necesariamente se deben incluir ejemplos que sean positivos, sino que se deben considerar situaciones de distintos matices que permitan comprobar la información que se presenta en la tesis.
Argumento por analogía
Este tipo de argumento y técnica, le permite al autor poder iniciar de la hipótesis que se debe tratar algo de la misma manera. Uno de los tipos de texto en el que más se desarrolla esta estrategia son los casos de jurisprudencia, otro tipo de texto con los que se relaciona.
Argumento de pruebas concretas
En esta estrategia el autor usa argumentos que se fundamentan en pruebas concretas, de esta manera busca poner en evidencia la tesis a partir de información específica que puede encontrarse en la realidad. Entre este tipo de elementos podemos encontrar datos estadísticos, hechos de dominio público, por ejemplo, entre otros.
Argumento de fuga
La base de esta estrategia de argumentación está relacionada con la intención de escapar de la discusión central, en la que los argumentos no son válidos o mantienen este matiz y se recurre a la subjetividad. A esta técnica es posible añadir otros aspectos como la citación o el raciocinio lógico.
Argumento de sentido común
En este tipo de textos argumentativos con esta estrategia, el argumento incluye una afirmación que el autor presenta como un consenso general. Suele usarse principalmente para la defensa de una opinión o punto de vista y carece de cuestionamientos o menciones en su contra debido a su carácter de reconocimiento general.
Elementos para elaborar un texto argumentativo
Finalizamos con una serie de aspectos fundamentales que se deben tener en cuenta a la hora de realizar este tipo de textos, eso sí, considerando la estructura y las características esenciales del texto argumentativo. Estos elementos son:
Planificación de la información
Lo primero que se requiere antes de empezar a escribir es la recopilación de la información y de esta manera, una planificación del texto basados en la estructura que necesitamos para empezar. Esta planificación implica una organización de todas las fuentes y recursos, basados en la tesis principal del documento, estableciendo los elementos necesarios para el planteamiento de cada sección.
Determinar el formato de escritura
Este tipo de textos implica el uso de distintos recursos sobre los cuales se pueda sustentar la información que se argumenta, así como la tesis que se establece, razón por la que es necesario desde el inicio identificar, por ejemplo, el formato de citación se va a usar, consultarlo y referencias cada una de las lecturas. Uno de los formatos de citación más conocidos dentro de los textos argumentativos es APA.
Planteamiento de problemas
Uno de los recursos que más se recomienda plantear en la escritura de este tipo de documentos son las preguntas, dado que de esta manera se genera una mejor orientación del lector en la medida en la que se problematiza el tema y se proporciona luego una respuesta en la que además, se pone en evidencia la postura y tesis del autor. Esta será una pregunta dentro del texto que surja de manera clara y concreta a partir de lo que se haya venido desarrollando.
Extensión de la introducción
Otro aspecto importante que se debe considerar es que la introducción no debe extenderse, pues esto sería iniciar con el contenido del texto argumentativo. Lo mejor será escribir la introducción con las ideas iniciales en unos dos párrafos, aunque esto también se construirá de acuerdo a la necesidad que tenga el autor en cuanto a la presentación del tema.
Revisión del texto
Al terminar de escribir, el texto no estará listo, sino que será necesario realizar un par de revisiones que nos permitan identificar ideas o secciones de las que podamos prescindir para contribuir a la claridad de la exposición de la información. Esta revisión es clave, además, para someter el texto a una limpieza general en la que podamos eliminar posibles falencias tanto de estructura y ortografía, como de coherencia en el interior del texto. La lectura en voz alta es un excelente modo de hacerlo.
Aplicación de las modificaciones
Tras la revisión e identificación de necesidades, es momento de aplicar las modificaciones que se consideren necesario y con ello, verificar si la información que se ofrece es suficiente y conecta correctamente con los argumentos y la conclusión, pues de hecho esta sección es la de mayor relevancia dentro de su contenido, así como las justificaciones en el curso del texto. Estas modificaciones pueden someterse a una nueva revisión, no está de más.
Si quieres conocer más información y aprender sobre otro tipos de texto, te invitamos a seguir navegando por nuestra sección de Literatura, donde encontrarás mucha información acerca de este campo artístico.