¿Qué es un texto normativo?
En este tipo de textos se encuentran todos aquellos que contengan normas o bien instrucciones que indican cómo realizar un proceso determinado. En general, el texto normativo señala cómo actuar en un lugar o situación determinada. Se dirige a cualquier persona, razón por la que su función es apelativa y debe cuidar de su lenguaje, asegurándose de que el lector pueda comprenderlo de manera fácil y rápida.
Dentro de los textos normativos encontramos varios formatos, entre ellos las normas de funcionamiento, normas de conducta o de comportamiento, reglamentos, manuales, condiciones de participación en una actividad en específico, instrucciones para el funcionamiento de dispositivos o aparatos eléctricos, recetas de cocina, entre otros.
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Características más importantes de los textos normativos
Pasemos a ver los rasgos más importantes de este tipo de textos, de esta forma será mucho más fácil identificar sus aspectos más puntuales para diferenciarlo de otro tipo de textos no literarios. Veamos:
Importancia de la claridad
El eje central de este tipo de textos consiste en cuidar muy bien de la claridad de los mensajes, ideas o el contenido que se transmite. Esto porque es preciso que cada una de las instrucciones quede lo mejor expresada posible, debe tener la información de manera clara y concisa de manera que no haya espacio para la ambigüedad o la duda dentro del proceso mientras el lector tiene el texto.
Función de estos textos
Con frecuencia el texto normativo se emplea para determinar el orden de una serie de procedimientos o aspectos, razón por la que es posible identificar una gran cantidad de textos siguiendo la función práctica de cada uno de ellos. En este sentido, están dirigidos a un lector determinado para señalar cómo actuar en un espacio o situación determinada y de esta forma, alcanzar un resultado.
Organización de la información
Otro aspecto importante acerca de este tipo de textos tiene que ver con la forma en la que se organiza la información, dado que al tratarse de una serie de indicaciones, es muy importante que estas se expongan de manera secuencial o paso a paso para que el lector final pueda llegar progresivamente al resultado que espera.
Incorporación de imágenes o ilustraciones
Con frecuencia los textos normativos suelen añadir esquemas sobre los cuales apoyan la información para facilitar el seguimiento a los lectores. Además de esto, también es posible que se agreguen ilustraciones o imágenes que los lectores puedan aprovechar para comprender mejor el mensaje o el contenido que se expone en el texto.
Estructura del texto normativo
Aunque si bien las posibilidades siempre pueden variar cuando hablamos de este tipo de textos, en particular, dada la gran variedad de áreas en las que puede implementar y los fines a los que se puede dirigir, existen dos elementos clave que deben estar presentes en su uso. Así, encontramos los siguientes:
Título del texto
Pese a que el objetivo y el título puedan combinarse, su uso dividido permite que en la parte del título el autor pueda exponer de forma detallada y precisa cuál es el asunto del texto. De esta manera el lector verá de qué se trata el reglamento o las instrucciones que verá posteriormente.
Objetivo
La mayoría de las veces, el texto normativo presenta el objetivo, de manera que el lector tiene de primera mano el fin sobre el cual se desarrolla el texto posterior. Este objetivo puede quedar plasmado de inmediato en la parte del título o bien el autor puede optar por agregarlo en una especie de texto introductorio antes de ir a las indicaciones puntualmente. Esto garantiza que el lector pueda identificar desde el primer momento qué logrará.
Información para la realización de la actividad
La segunda parte principal de su estructura está compuesta precisamente por las indicaciones o instrucciones que presenta para la realización de la actividad a la que dirige al lector. Con frecuencia esta información se expone a partir de apartados o divisiones que el autor realiza para facilitar el seguimiento de los pasos. Para ello puede apoyarse en asteriscos, una numeración, íconos o sangrías que le permitan emplear una secuencia dentro de la información que presenta.
¿Cómo elaborar un texto normativo?
La estructura y las características nos permiten sentar muy bien las bases sobre los elementos que implican estar presentes en el momento de la escritura. Sin embargo, conviene echar un vistazo a una serie de aspectos que nos permitan orientar muy bien la escritura de un texto normativo en general, por ello, debemos tener en cuenta lo siguiente:
Definición del tema
El primer paso es definir cuál es el tema que se va a tratar a lo largo del texto, de esta manera podremos determinar cuáles son los aspectos que necesitamos tratar y que nos van a permitir construir todo el mensaje. Posteriormente, encontramos que de acuerdo al tema al que esté destinado el documento, será mucho más fácil establecer el título que necesitamos para que al lector le sea mucho más sencillo determinar de qué se trata.
Organizar el procedimiento
De acuerdo al tipo de texto, la intención u objetivo, se debe tener claridad sobre la forma en la que se realiza el procedimiento o bien, la información en concreto que se quiere dar a conocer. Es por ello que antes de empezar con la escritura como tal del texto, se recomienda repasar paso a paso el procedimiento o bien, identificar el orden de la información que debe ir en el texto normativo.
Divisiones visibles
Un aspecto importante a la hora de elaborar este tipo de textos, tiene que ver con que las divisiones, indicaciones y aspectos, deben ser aparentemente claros y visibles. Para ello el autor puede usar asteriscos, íconos, números o sangrías que le permitan hacer esta división fácilmente distinguible, pues de esta forma el lector podrá también visualizar más fácilmente la secuencia de los pasos y su seguimiento.
Composición del texto
Es muy importante que la composición del texto esté muy bien cuidada, esto implica prestar especial atención a la forma en la que se estructura la información, a la vez que la forma en la que se dispone del contenido mismo. Es por ello que se debe revisar la correcta comprensión de las oraciones, las cuales, en lo posible, deben ser cortas, concisas y coherentes con la información que se presenta. También se recomienda el uso de conectores adecuados, la tercera persona del verbo y el uso del imperativo “se” para la continuación de cada indicación en el texto normativo.
Definir el tipo de ordenación
El autor puede elegir entre una ordenación cronológica en la que las instrucciones se plantean de acuerdo a una secuencia determinada, optar por una ordenación lógica en la que las secuencias se establecen de acuerdo a la relación de causa y efecto o también condición y consecuencia, o bien usar la ordenación de acuerdo al rango, lo cual implica presentar de mayor a menor grado o importancia la información. De cualquier modo la información debe ser clara.
Si quieres conocer más acerca de otros tipos de texto no literarios o de otras categorías, recuerda que en nuestra sección podrás acceder a ellos y seguir aprendiendo de todos los tipos de texto que existen en el campo literario y sus manifestaciones alrededor del mundo.