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Biografía de José Clemente Orozco –  pintor y muralista mexicano

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¿Quién fue José Clemente Orozco?

José Clemente Orozco, nació en Zapotlán (ciudad de Guzmán), y es reconocido como uno de los pintores mexicanos con mayor prestigio internacional, lo que le otorgó el privilegio de plasmar su obra en el Palacio Nacional de Bellas Artes de México. Por lo tanto, su obra se enmarca en el grupo de pintores y muralistas mexicanos, colocado junto a Diego Rivera y David Alfaro Siqueiros. Estos reconocidos muralistas expresionistas mexicanos sentaron las bases para las tendencias neo-representativas y neo icónicas desarrolladas en los  años de 1960 en adelante.

José Clemente Orozco, fue un muralista, grabador, pintor y caricaturista mexicano. Orozco criticó abiertamente a la revolución mexicana y el gobierno después de la revolución. Lo que fue percibido como  la profunda desesperación de una persona que sentía profundamente por los demás. Igualmente, el estilo de Orozco es una mezcla de composiciones convencionales, del período del renacimiento y modelado, de abstracción emocionalmente expresiva, modernista, con paletas normalmente oscuras, ominosas, con una mezcla de formas e iconografía del país de indígenas, Pre colonial, y el arte pre-Europeo. 

Por otra parte, la habilidad de José Clemente Orozco como dibujante y  en la impresión es perceptible no sólo en su estilo sino también en su capacidad de comunicar un mensaje complejo, por lo general, oportuno, de temas políticos, de manera simple y de forma masiva. El movimiento muralista mexicano en su conjunto, afirma la importancia del arte público a gran escala y los murales de Orozco, en particular, abrieron espacio para la crítica abierta social y política.

Biografías de artistas y sus principales obras

¿Cómo se desarrolló José Clemente Orozco?

José Clemente Orozco, estudió agronomía, matemáticas y dibujo arquitectónico. Desde niño tuvo como maestro al gran grabador José Guadalupe Posada, porque al verlo en su estudio dibujando, Orozco se entusiasmó por llegar a ser un artista plástico, habiendo alcanzado esta posibilidad de desarrollo a partir de sus estudios de dibujo.

Orozco, formó parte en 1922, del Sindicato de Pintores y Escultores, junto con los famosos muralistas Diego Rivera y David Alfaro Siqueiros, ello, con el fin de divulgar sus avances sobre el nuevo muralismo que ellos estaban llevando a cabo, siendo respaldados por José Vasconcelos, Secretario de Educación Pública en ese momento.

Durante los años 1922 a 1927 Orozco se dedicó al diseño y la pintura de tres importantes murales que los tituló: en el patio grande de San Ildefonso (UNAM), en la Escuela de Orizaba y en la Casa de los Azulejos. Sin embargo, Después de esto, considerando que ya en 1927 no había apoyo para el muralismo en México, tomó la decisión de irse  a los Estados Unidos, donde permaneció hasta 1934.

José Clemente Orozco en Estados Unidos

Orozco en su carrera tiene varias etapas, una de ellas,  de su carrera como muralista, se inicia a partir de su estadía en los Estados Unidos, en 1927.  Tres obras murales importantes, fueron realizadas en esta etapa de su carrera. En Nueva York, Orozco dedicó parte de su actividad a trabajar y exhibir sus obras. Igualmente, desarrolló dibujos sobre las escenas de la Revolución Mexicana. También pintó una serie de óleos; en los que muestra el carácter deshumanizante de las metrópolis.

Por otra parte, en California, pintó un mural para el Colegio de Pomona, en 1927. Este mural tenía la figura central a Prometeo, como imagen liberadora de quien robó el fuego para entregarlo a los humanos.

Igualmente, realizó otros murales interesantes en 1930, para la New School for Social Research de Nueva York, teniendo como tema la historia prehispánica, la conquista y el mundo moderno, resaltando en este último, el tema de la vida mecanicista, materialista del siglo XX. Igualmente, durante esta estancia en los Estados Unidos abrió algunas exposiciones individuales de pintura de caballete.

Orozco fue invitado al Pomona College en Claremont, California para decorar el Frary Hall. Este fue uno de sus mejores momentos al realizar uno de los motivos más importantes de su pintura en la figura de Prometeo, héroe mítico que valientemente se apodera del fuego divino para entregarlo a los mortales. La figura central del mural del Pomona College es un gran desnudo de Prometeo, triunfador que ayudará a los hombres a purificarse.

Esta gran figura y obra de Orozco constituye un nuevo punto de partida en la vida y obra de este notable pintor muralista. Así mismo, en 1930, realizó otros murales interesantes  para la New School for Social Research de Nueva York, teniendo como tema la historia prehispánica, la conquista y el mundo moderno, resaltando en este último, el tema de la vida mecanicista, materialista del siglo XX.

Igualmente, durante esta estancia en los Estados Unidos abrió algunas exposiciones individuales de pintura de caballete. Después fue invitado para dar clase de técnica del fresco en el Dartmouth College, en Hanover, New Hampshire, donde permaneció y continuó aportando su experiencia y talento  hasta 1934.

José Clemente Orozco de regreso a México

En otro orden, en 1934 Jose Clemente Orozco vuelve de nuevo a México, aceptando la propuesta para la creación de un mural en el Palacio de Bellas Artes. Este mural, recibió el nombre de Katharsis, colocado frente al mural de Rivera El hombre en la encrucijada. El tema de este mural fue el de una representación sangrienta del conflicto violento entre el hombre moderno y el mundo caótico mecanizado que lo rodea y oprime.

Seguidamente, entre 1936 y 1939 Orozco realiza dos murales más que  pintó  en Guadalajara. Uno de estos murales fue realizado en la Universidad, en la gran cúpula, teniendo como alegoría el hombre beneficiado por la educación y la ciencia. Igualmente, realiza otro mural en el Palacio de gobierno, teniendo como tema la lucha de la Independencia de México, por lo que, resalta y toma relevancia el enorme Miguel Hidalgo y Costilla que parece que caerá encima del espectador.

De la misma manera, pinta enormes murales en el Hospicio Cabañas, que culmina al fondo de la gran cúpula con el Hombre en llamas visto dando vueltas sobre su eje, experimentando el espectador la doble sensación de verlo caer sobre si o de elevarse junto con él.

Un hecho importante de resaltar es que la totalidad de la obra plástica de José Clemente Orozco se distingue de la de Rivera y Siqueiros en que destaca el dolor, las pérdidas, los sufrimientos, las agonías y las muertes al contrario de lo heroico o triunfalista de las guerras y revoluciones, resaltados por Rivera y Siqueiros. Por lo que sus murales son considerados que tienen una visión más que humana y sensible de la realidad de ese tiempo.  En la actualidad, en la ciudad de Guadalajara, en la que fuera la casa del artista, hay un museo donde se muestra en extenso sus notables obras de caballete.

Por otra parte, los murales de Orozco dentro de la Corte Suprema son especialmente difíciles para México de tolerar y abrazar. Los paneles más importantes representan un sistema de justicia en el caos. Abogados corruptos tiran a un cliente inconsciente a través de montones de papeles.

Hombres enmascarados golpeando sobre la señora justicia, mientras que otro se sienta en una silla, bebido y se desmaya. No es tan diferente del sistema de justicia mexicano de hoy, con su incompetencia y la corrupción que producen las tasas de dictamen de sólo un ínfimo dos (2) por ciento.  

Que es tal vez por ello, que el tribunal se niega a permitir fotografías de la obra sin el consentimiento previo. Los murales fueron adquiridos a través de un proceso que a los funcionarios les tomaría alrededor de 15 días, decidir.

También sus murales muestran y explican por qué un guía designado por la corte, muestra los estudiantes de derecho alrededor en una tarde reciente. Por lo tanto, Orozco se centró desde lo abstracto, también en la riqueza del México de oro y petróleo.

En este sentido, la Suprema Corte de México, se convierten en galería al resguardar diversos murales. Por lo que, en el vestíbulo principal, se encuentran las obras de José Clemente Orozco, que constan de cuatro partes:

Las riquezas nacionales, La justicia, dividido entre los muros norte y sur y La lucha de los trabajadores. En el mural de la justicia, el verdadero derecho se abate contra los charlatanes, los demagogos y los políticos que dicen profesar los ideales de libertad y democracia pero actúan en sentido contrario.

Otro tema que se refiere a las riquezas nacionales; los productos de la tierra, metales preciosos y petróleo están bajo protección de la bandera mexicana y del jaguar, símbolos nacionales. En el mural de la lucha de los trabajadores, el mismo,  se relaciona con los movimientos sociales obreros. Todos estos murales fueron terminados en 1941.

¿Por qué es importante el trabajo artístico de José Clemente Orozco?

Los gigantes murales de Orozco, se caracterizan por sus llamativos colores, con una figuración narrativa más bien anecdótica, respondiendo a unas necesidades objetivas, consiguiendo unas obras exóticas para el contexto europeo. Igualmente, su arte pretendía servir al pueblo, poniendo al servicio una interpretación de la historia, en  murales de convincente fuerza expresiva.

Su legado pictórico no sólo es cuantioso, sino también, impresionante por sus dimensiones y su magnitud.

Resaltando los murales en la Escuela Preparatoria, frescos en el Templo de Jesús de Nazareno, en el Palacio de Bellas Artes y en la Suprema Corte de México. Así como también, son relevantes los  frescos en el Hospicio Cabañas, en el Palacio de Gobierno y en la Cámara de Diputados de Guadalajara. Igualmente, se pueden apreciar sus murales,  en diferentes ciudades norteamericanas, tanto en California (en la Biblioteca Baker) como en el Museo de Arte Moderno de Nueva York.

En este sentido, José Clemente Orozco era un artista trabajador incansable, porque además de sus murales, también realizó otras importantes obras como lo fueron los retratos, composiciones, bocetos, dibujos y estudios para murales que luego ejecutaba en las grandes capitales del mundo. Además, la forma de trabajar de Orozco era realizando sus pinturas a la manera antigua, con una mezcla de temple y óleo, de la misma manera que los pintores medievales.  Por lo tanto, la calidad de sus murales está ligada, según algunos críticos a las técnicas florentinas de la pintura al fresco, no obstante, de menor transparencia que la utilizada por el otro gran muralista mexicano, Diego Rivera.

Aunque José Clemente Orozco no se reporta que fuera un gran colorista, si se interesaba mucho por captar y plasmar en los muros del mundo las agonías y angustias del hombre, del dolor humano. En sus pinturas se evidencian los grises, oscuros, que le imponían un toque de amargura a  muchas de las imágenes de este mexicano universal quien siempre evitaba la sensualidad y en cambio pone en evidencia en sus pinturas, un mundo oprimido, opresivo, denso, aguerrido y desgarrado.

En este mismo sentido, las imágenes de José Clemente Orozco, muestran crudamente una aturdidora verdad de la existencia, en las que se ven con mucha  frecuencia, evidenciadas la destrucción, la violencia, el caos, la explotación y la anarquía. Por lo que, es difícil no sentirse impactado al ver las pinturas de Orozco las cuales no permiten la indiferencia. En consecuencia, su obra sacude al espectador y va más allá de las técnicas y las fidelidades al dibujo anatómico, porque en Orozco se ha ver siempre el lado más doloroso de la existencia.

¿Cuáles fueron las técnicas pictóricas utilizadas por José Clemente Orozco?

El estilo de Orozco se caracteriza por una tendencia definida muy centrada en el resaltado de los volúmenes, la presencia del rigor geométrico en la configuración de las formas, que se cree se deba a sus estudios de Geometría y Matemática. Igualmente, en las poses de las figuras resalta la  rectitud y estática así como también, una tremenda fuerza plástica.

Destaca, de igual manera, la facilidad del artista para conjugar magistralmente el dinamismo palpable de las escenas, en conexión con la trágica temática impresa en sus creaciones. Resalta igualmente, en sus obras, las líneas simplificadas  amalgamadas con tonos apagados y vivos de desgarradas pinceladas, garantizando un contraste del color difícil de igualar, porque siempre permanece  alejado de los términos medios moviéndose entre lo sombrío y lo explosivo.

Además vale mencionar que, en consonancia con (Rivera y Siqueiros) destaca en su producción la monumentalidad, grandilocuencia y el gran realismo, incorporando una estética expresionista con fuertes cargas de simbolismo. Se requiere a si mismo, hacer  referencia a la evidencia en sus obras,  de las influencias de autores como: Francisco de Goya, Caravaggio, Diego Velázquez, incluyendo al genial Toulouse Lautrec, el autor del fresco con mayor valía en el período renacentista.

¿Cuáles son las principales obras pictóricas de José Clemente Orozco?

Orozco realizó numerosas pinturas, murales y de caballete que se caracterizan por  tener un realismo populista, teniendo como tema las posturas político partidistas de la revolución. Este artista, pintó murales en México y en los Estados Unidos (California, New Hampshire y Nueva York).

Igualmente, en los títulos de sus murales se demuestran el interés por la estética, lo cultural y social y también su interés por la historia antigua, moderna y contemporánea de México. Tal como se evidencia en sus obras tituladas: la aparición de Quetzalcóatl,  la conquista y la evangelización, Juárez redivivo, Hidalgo como legislador y libertador de los esclavos, entre otros. Así mismo, sus murales La trinchera y Cortés y La Malinche (1926), se consideran bastante famosos y abordan temas de la historia de México.

Así como también,  Las batallas de la Revolución Mexicana y la Conquista, respectivamente. De igual manera, destacan entre sus pinturas más emblemáticas, murales que se encuentran en el Palacio de Bellas Artes de la Ciudad de México y otros cuarenta murales al fresco, así como el mural  del famoso Hombre de Fuego de la capilla y la cúpula del Hospicio Cabañas de la ciudad de Guadalajara.

Características de obras famosas de José Clemente Orozco

El trabajo de  José Clemente Orozco es muy extenso, aun así queremos hablar de estas 6 obras que creemos que son las mas importantes durante su carrera.

La aparición de Quetzalcóatl

En esta pintura, Orozco muestra la salida de Quetzalcóatl del mundo,  porque sus humanos no le sirven con gusto o felicidad. Por ello, Quetzalcóatl se fue a los cielos y deja la raza de los humanos en el mundo. Con la salida de Quetzalcóatl los humanos fueron dejados sin ninguna esperanza de salvación. Es por esta razón que los hombres retroceden con miedo. Por lo tanto, la pintura es una representación de la historia. Además, significa la cultura  mexicana.

Maternidad (1923-24)

Este mural es uno de los frescos más antiguos de Orozco, para la planta de la Preparatoria Nacional Preparatoria (ENP) en ciudad de México. Maternidad representa a una madre y su hijo; se asemeja a pinturas de renacimiento de María y el niño Jesús, con la excepción de la desnudez visible de la madre.

También tiene inspiración en las Hembras de Botticelli  alegóricas en los pliegues profundos de las cortinas de viento alrededor de la madre y el niño. Así mismo, en el mural se observa una mujer desnuda sensual, descansando que vuelve la espalda al espectador cuando ella come uvas, la fruta asociada con Dionisio y la celebración. Las mujeres son notablemente europeas: Rubias y con características clásicas. La influencia del renacimiento es notable en este pintor, no sólo en la representación de las figuras, sino también en la composición piramidal y la ropa de color lapislázuli que la madre lleva, un color tradicionalmente vinculado a la figura de la Virgen María.

La Trinchera (1926)  

Orozco se vio obligado a dejar de trabajar en la Escuela Preparatoria Nacional (EPN) en 1924. Destruyó algunos de sus primeros trabajos allí pero volvió en 1926 para agregar un nuevo conjunto de frescos a la planta baja. La Trinchera es una de las obras que produjo durante su segunda estancia en la EPN y es dramáticamente diferente de sus primeros trabajos en ese sitio como la maternidad. La carne suavemente delineada de las figuras en el trabajo anterior y la elegancia del renacimiento de la representación general de la maternidad ha dado paso a un franco estilo modernista en el que las formas son menos modeladas, la línea es expresiva y la paleta de oscuridad, con un mural de contenido emocional.

La trinchera representa a soldados que luchan en la revolución mexicana. Los tres hombres caídos, sin rostro forman una cruz. La fuerte diagonal de la composición y el rojo vivo del fondo transmiten el drama de la escena. Debido al nuevo interés de Orozco en el arte moderno, con sus representaciones de espacio y tiempo como mutable y relativa, los tres hombres podrían interpretarse como un solo soldado en distintos momentos.  

Cortés y La Malinche (1926)

Esta pintura es un fresco,  considerado bastante famoso que aborda temas de la historia de México. Así como también,  las batallas de la Revolución Mexicana y la Conquista, respectivamente. Este fresco se encuentra en el Palacio de Bellas Artes de la Ciudad de México. Igualmente, en este fresco, Orozco resalta la raza vencida, simbolizada por una figura de tez morena a quien no se le ve el rostro, surge el mestizaje a través de la unión de los dos personajes desnudos: Cortés en actitud dominante y la malinche con los ojos cerrados en actitud sumisa y pasiva.

Prometeo (1930)

Orozco pintó un Prometeo monumental alcanza hasta el cielo para tomar el fuego, símbolo de la sabiduría y la iluminación, desde el panel del techo que muestra llamas estilizadas, que representan a Dios, la fuente de la sabiduría. El Titán está a punto de dar a la humanidad el poder del conocimiento para castigar cruelmente a Zeus, tal como relata el mito griego.

Alrededor de Prometeo hay un soporte de masas de seres humanos mortales, algunos ansiosos, otros preocupados o en varios estados de agitación.  Con este mural, Orozco se opuso a la idea predominante de que las pinturas de pared debían ser decorosas, impersonales y agradables. Mientras que el tema es ciertamente apropiado para una Universidad, el expresionismo de Orozco se muestra en una escala masiva como nadie antes lo había hecho. Su obra, Prometeo, es el primer fresco moderno en los Estados Unidos.

Hombre de Fuego (1938-39)

En este mural, Orozco representa al mundo prehispánico, sus rituales primitivos y  sangrientos, por el sacrificio humano. Este mural también ilustra la conformación de una sociedad que está bajo lineamientos inflexibles alejada de la compasión y de los más altos sentimientos humanos, inmisericorde. Igualmente, la obra también es una crítica social que Orozco realiza a las injusticias, el desorden, la corrupción y la traición de una sociedad contemporánea que sigue recayendo en la barbarie. Este famoso mural se encuentra en la capilla y la cúpula del Hospicio Cabañas de la ciudad de Guadalajara.

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