¿Qué es el poema épico?
Se trata de uno de los subgéneros más importantes del género épico de la literatura, considerado uno de los más importantes y representativos, dado que es un tipo de relato de una gran extensión, cuyo contenido se enfoca en la narración de hazañas heroicas, sin embargo, su particularidad radica en la presentación objetiva de sucesos que bien pueden ser reales o ficticios y que hacen parte de un determinado momento espacial y temporal.
La forma de composición, así como su contenido en específico, la posición del narrador y otros elementos que puede incluir, le permiten distinguirse de otros subgéneros que tuvieron, también una gran importancia dentro del mundo literario.
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Definición del poema épico
Este tipo de texto se refiere a un relato extenso que la mayor parte de las veces se enfoca en hazañas heroicas presentadas objetivamente con tono elevado y la presencia frecuente de elementos que hacen parte del lenguaje poético. La extensión del poema épico se debe a que a menudo puede integrar otros subgéneros de géneros como el lírico y el dramático.
Historia y origen del poema épico
El nacimiento de este subgénero épico se remonta a la época latina del siglo III a.C. Se considera que las primeras muestras del poema épico se establecen con el reconocimiento de La Odisea, atribuida a Homero, aunque esta obra también ha sido catalogada en otros subgéneros de la misma épica. Sin embargo, el poema épico en particular, ha logrado sobrevivir a varias décadas de la historia gracias a la inmortalización por autores y poetas que han usado este subgénero para presentar acontecimientos históricos, rescatando del olvido al poema épico.
Otra de las obras más importantes del subgénero es La Araucana, un poema épico escrito por Alonso de Ercilla y Zúñiga, obra que muestra el trabajo de continuar trabajando el subgénero y cuyo contenido se enfoca en relatar la Guerra de Arauco, un enfrentamiento en el que se vieron involucrados españoles y los mapuches en Chile, momento que tuvo lugar hacia el siglo XVI.
Características del poema épico
Si bien podría confundirse fácilmente con otros subgéneros, lo cierto es que el poema épico guarda una gran cantidad de elementos que le permiten distinguirse, por ello los presentamos a continuación:
Tema
La mayoría de las veces, el poema épico se enfoca en la presencia de un héroe que es idealizado a partir de los acontecimientos que se presentan. Esto se debe al valor que reciben sus virtudes y cualidades, pues se destaca la fuerza, la valentía, la honestidad, el sentido de honor, etc.
Narrador
En muchos casos, en el poema épico el narrador puede estar presente dentro de la obra, o puede estar ausente como sucede en las obras del género lírico, pero de hecho no desaparece del todo como en el género dramático, géneros con los que tiene una gran relación.
Carácter real o ficticio
Otro aspecto que debemos revisar es que el contenido del poema épico puede basarse tanto en acontecimientos reales o ficticios, es decir, creados por el propio autor. Con frecuencia las acciones se enfocan y realizan a partir de una época del pasado que se busca enaltecer. Es así que se trata de una narración en tiempo pasado.
Forma de escritura
Como mencionamos, una de las particularidades del poema épico tiene que ver con la forma en la que está escrito, dado que suele escribirse para cantarse en un tono elevado, su composición implica el uso de elementos que pertenecen al lenguaje poético, de ahí que reciba su propio nombre. Por otro lado, se puede dividir a partir de cantos, versos, capítulos, entre otros.
Debido a su ubicación
Espacio y tiempo, la forma que se usa para la escritura es la narración, dado que le permite hacer énfasis en los detalles. Sin embargo, además de los géneros literarios que involucra, también puede usar los diálogos, e incluso, en algunos casos, no necesariamente el poema épico está escrito, sino que se mantiene oralmente, especialmente porque era cantada por los rapsodas.
Elementos frecuentes
Algunos de ellos están relacionados con el curso de los acontecimientos y aspectos que suelen estar presentes que le permiten a los escritores poder dar giros importantes, como lo son los viajes, la constante presencia de obstáculos y problemáticas, la complejidad del destino, las intervenciones divinas y relaciones de este tipo, elementos mágicos, elementos sobrenaturales que influyen en la secuencia de los hechos, entre otros.
Estructura del poema épico
Con frecuencia el poema épico inicia con un proemio en el que se explica la temática de la obra, de esta manera inicia la primera parte y de ahí en adelante, si el autor lo quiere, puede empezar a dividir el poema por cantos o versos, como prefiera. El curso de la historia está dado por el orden de los acontecimientos que el autor quiera organizar, acudiendo a figuras retóricas para la narración.
¿Cómo escribir un poema épico?
Ahora que hemos visto cuáles son las características de este tipo de obras, pasemos a ver cómo podemos escribir un poema épico teniendo ya referencias concretas de escritura:
- Elige al héroe de la historia
El poema épico debe basarse en las virtudes de un héroe y sus aventuras, por ello es clave elegir una figura que contenga características como la valentía, el honor, la justicia, la honestidad, etc., razones por las que se distingue de los demás y le permiten catalogarse como el héroe de la historia. Asegúrate de encontrar estas particularidades para empezar a describir y poner las situaciones a tu héroe.
- Establece las situaciones de conflicto
Una de las características más importantes del poema épico es que la historia toma como eje central un viaje épico, en este hecho se da cuenta de peligros a los que el héroe debe enfrentarse, ya sea que estén dados por el destino o por algún ente divino. Otra de las situaciones que suelen ser determinantes para el curso de los hechos que vive el héroe son las guerras, de manera que se puede contar el regreso a casa o incluso la partida misma hacia la guerra.
Estas situaciones son las que serán de gran importancia dentro de la historia, dado que serán los puntos clave de complicación que tendrá que enfrentar el héroe durante la narración.
- Empieza a escribir
Una vez tengas toda esta información lista, es momento de arrancar la historia. Recuerda que puedes hacerlo desde el momento que desees con la forma de escritura que prefieras, incluso puedes basarte en el estilo de los poetas épicos clásicos para iniciar e ir probando cuál es el estilo que más te gusta para empezar a trabajar en tu propio estilo.
Recuerda que no necesariamente los versos deben rimar, juega con las palabras e incluye figuras retóricas que serán de gran importancia en la profundidad del texto.
- Titula la obra
Teniendo ya este primer borrador que bien puede ser ya tu obra terminada, si lo prefieres, conviene agregarle un título. Con frecuencia se nombra la obra tomando como referencia el héroe, tal es el caso de La Odisea, cuyo protagonista y héroe es Odiseo. También puede estar relacionado con un pueblo directamente, así que tu eliges con qué elemento relacionarlo.
Ten en cuenta que la extensión de la obra debe ser larga, incluir muchos aspectos emocionales que intensifiquen aspectos como la toma de decisiones, los sentimientos de los involucrados, la expresión del deseo, el amor, la amistad, la lealtad, entre otros. Incluye aspectos como la labor de los dioses, el destino, factores mágicos, entre otros que deben estar presentes dentro de un poema épico.
Autores y obras más importantes
La Odisea de Homero es una obra que comparte presencia en otros subgéneros de la épica, pero también hace parte del poema épico especialmente. Otras obras que también suelen incluirse en esta categorización son La Eneida de Virgilio, La Araucana de Alonso de Ercilla, entre otras.
Ejemplo de poema épico
El siguiente es un fragmento de la obra La Araucana escrita por Alonso de Ercilla y una de las más representativas muestras del poema épico:
PRIMERA PARTE
CANTO I
El cual declara el asiento y descripción de la Provincia de Chile y Estado de Arauco, con las costumbres y modos de guerra que los naturales tienen; y asimismo trata en suma la entrada y conquista que los españoles hicieron hasta que Arauco se comenzó a rebelar.
No las damas, amor, no gentilezas
de caballeros canto enamorados;
ni las muestras, regalos y ternezas
de amorosos efectos y cuidados;
mas el valor, los hechos, las proezas
de aquellos españoles esforzados,
que a la cerviz de Arauco no domada
pusieron duro yugo por la espada.
Cosas diré también harto notables
de gente que a ningún rey obedecen,
temerarias empresas memorables
que celebrarse con razón merecen;
raras industrias, términos loables
que más los españoles engrandecen:
pues no es el vencedor más estimado
de aquello en que el vencido es reputado.
Suplícoos, gran Felipe, que mirada
esta labor, de vos sea recibida,
que, de todo favor necesitada,
queda con darse a vos favorecida:
es relación sin corromper, sacada
de la verdad, cortada a su medida;
no despreciéis el don, aunque tan pobre,
para que autoridad mi verso cobre.