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Drama – Definición, tipos, características, origen, exponentes

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¿Qué es el subgénero drama?

Se trata de uno de los subgéneros literarios más importantes del mundo artístico que se caracteriza fundamentalmente por las situaciones conflictivas, contenido que se genera el debate entre las ideas y pensamientos de los personajes, así como sus sentimientos y todo tipo de circunstancias que afrontan, en muchos casos, los seres humanos. 

El drama es un género elaborado para la escenificación. Se debe tener en cuenta que de acuerdo a su desarrollo y la evolución de la vida humana, ha tomado otros escenarios, como lo son no sólo el teatro, sino también la televisión y el cine, de manera que se convierte en un subgénero dedicado no al relato, sino a la representación y escenificación de situaciones en las que se va desarrollando una historia. Sin embargo, el drama también puede asociarse a un suceso infeliz de la existencia. 

Significado del subgénero drama

El término drama proviene de origen latino haciendo referencia a un conjunto de situaciones de mucha tensión que, además, puede incluir sucesos conflictivos. De acuerdo a lo anterior, el drama, como subgénero del género dramático, vincula todo tipo de textos que se mueven a partir de la sensibilidad buscando una respuesta emotiva en el espectador. Para lograrlo, se vale de escenas que conmueven, así como personajes que expresan sus pensamientos y atraviesan problemas. 

Definición del subgénero drama

En la literatura, fundamentalmente, el drama es un tipo de representación física de acontecimientos de ficción o no ficción, usando como medio el diálogo escrito, ya sea en prosa o en verso. Como subgénero, se va a enfocar principalmente en el ser humano y sus padecimientos, conflictos y circunstancias en las que se generen debates emocionales y sentimentales que conmuevan a sus lectores y espectadores. 

¿Cuál es la función del drama?

El drama como subgénero, comprende todo tipo de situaciones que resulten conflictivas dentro de la vida humana, de manera que su objetivo es llevar estas problemáticas a la representación escénica donde exalta esta sección a través de la historia que desarrolla. Estas escenas problemáticas también pueden corresponder a un acontecimiento infeliz de la vida real que genera la conmoción y despierta emociones tanto en los personajes como en los espectadores. 

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Origen del drama

Se atribuye el origen del drama en la tragicomedia que plantea Anphitrion de Plauto, aunque se trataría de una representación considerablemente prematura del subgénero. Más tarde empezó a trabajarse y desarrollarse especialmente durante el Renacimiento con obras como La Celestina, donde se precisa en los títulos de Fernando de Rojas, “Tragicomedia de Calisto y melibea”, cuya originalidad de composición va a mezclar tanto la comedia como la tragedia. Es en este momento donde el término de tragicomedia permite derivar la aparición de un nuevo subgénero llamado “drama”, en el que se incluye un significado teatral de mayor fuerza y con mayor diversidad de elementos que alcanzará su evolución durante la comedia clásica de España y el teatro isabelino, momento en el que incluye una serie de características traídas de la Antigüedad pero configurando un nuevo subgénero que permitirá el ingreso de nuevas formas antes incorporadas espontáneamente. 

Otro de los detonantes para su surgimiento fue la separación de la comedia y la tragedia durante el Neoclasicismo, pero donde la estética romántica influye para su caída. Es así que en el teatro romántico se empieza a reducir el uso de las normas clásicas ligadas a la creación compositiva que permitirá la distinción del drama, usado para designar en esta primera parte un modelo teatral establecida por los románticos. Es así que el drama empieza a concebirse como una forma de representar en la escena la totalidad de la condición humana. 

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Características del drama

Es un subgénero trabajado y desarrollado en diversos esnecarios, de ahí que sus formas de composición varíen, sin embargo hay elementos como los siguientes que se mantienen vigentes dentro de sus modalidades. Estos son: 

Tema: lo primero que salta a la vista es el planteamiento de este subgénero, el cual establece ya sea una tragedia o un conflicto que resulta doloroso, protagonizado por una serie de personajes con una gran importancia contextual, sin embargo, son más cercanos a la realidad humana. 

Uso de los sentimientos: una de las particularidades más importantes del drama está dada por el trabajo de los dramaturgos, quienes se esfuerzan por la construcción de situaciones atravesadas por los sentimientos del personaje que son capaz de conmover y despertar las emociones del público dentro de la historia. Esta tensión que se fabrica desde el primer momento, mantiene al espectador al tanto esperando lo que sucederá después. 

Tensión dramática: muy de cerca del punto anterior, esta tensión consiste en lograr mantener al público conectado de tal manera, que constantemente se esté preguntando por lo que sucederá después. Esta tensión sujeta al espectador con la historia que se desarrolla. 

Resolución de problemas: las obras de drama se caracterizan, entre otras cosas, porque manejan un estilo mucho más lógico y cuerdo en el que los personajes, ante las situaciones que se les presentan no se enloquecen, sino que, por diferentes medios intentan resolver cualquier obstáculo constantemente. 

Elementos del subgénero drama

Este subgénero dramático, en particular, usa una serie de recursos expresivos que le sirven para la representación de su contenido, entre ellos encontramos: 

Diálogo: se trata del intercambio que realizan los personajes sobre ideas, pensamientos, reflexiones y sentimientos que se realizan de manera verbal en cualquier tipo de situaciones en particular. 

Soliloquio o monólogo: consiste en un tipo de reflexión que realiza el personaje en soledad, donde lleva pensamientos en voz alta buscando respuestas, intentando solucionar sus conflictos, etc. 

Aparte: es una sección en la que el personaje habla consigo mismo suponiendo que nadie puede oírle. 

Mutis: todo este proceso culmina con el mutis, que es el indicador de la salida del personaje de la escena. 

Estructura del drama

En cuanto a la forma de composición y estructura que tiene el drama, este subgénero se caracteriza por contar con una división por actos. Cada uno de los actos de la obra suponen una especie de inflexión clave para el desarrollo de la historia, los cuales son marcados por el cierre del telón. De otro lado también están las escenas, las cuales consisten en una división introducida en los actos donde se encuentran presentes los mismos personajes y en ello los cuadros, una especie de ambientación física que corresponde a la escenografía. 

Tipos de drama

Entre las variaciones del drama encontramos los siguientes tipos: 

Drama satírico

Este tipo de drama era muy común en la Antigua Grecia, lugar en el que se desarrollaba el drama luego de una trilogía trágica. Es así que el drama satírico usaba personajes que hacían parte de las leyendas heroicas para elevar coros satíricos con los que divertía al público. 

Drama cinematográfico

Este tipo de drama se funda en el arte cinematográfico, conocido por ser uno de los géneros más importantes del cine que contiene a menudo situaciones de mucha tensión, conflictos en la vida de los personajes, situaciones también de gravedad y otra serie de sucesos que son capaz de conmover al público generando emociones nacidas de los acontecimientos que se le presentan. 

Drama histórico

Su contenido esencialmente está relacionado con procesos históricos, episodios y figuras de este mismo carácter. 

Drama lírico

Incluye en su contenido la poesía, en la medida en la que el texto expresa profundidad en la preeminencia sobre las acciones de cada uno de los personajes. 

Drama de pasión

Se relaciona directamente con la representación de los días santos, en especial el Viernes Santo de la Semana Santa, el cual es representado al aire libre. 

Drama litúrgico

Se distingue del drama de la pasión dado que nace en la Edad Media y se dedica a la materialización de de aspectos sacramentales representados. 

Drama social

El contenido de este tipo de drama representa con frecuencia una especie de preocupación que vincula elementos del ser humano como su dignidad, así como también las luchas sociales y políticas, entre las que resalta principalmente la fuerza y lucha del proletariado.

Drama abstracto

Este tipo de drama no está sujeto a una línea o lógica dentro de las acciones humanas, es decir, se desprende de las conductas convencionales de los seres humanos, ligando esencialmente el teatro del absurdo donde la ausencia de coherencia configura sus representaciones. 

Drama escolar

Esta modalidad de drama se centra en las representaciones teatrales de drama realizadas en entornos escolares tales como universidades, drama que se desarrolló especialmente durante los siglos XVI y XVII. 

¿Cómo escribir drama? 

Ahora que hemos visto en qué consiste este tipo de subgénero a la hora de representar su contenido, veremos cómo escribir una buena historia dramática que pueda ser llevada a cualquier escenario. Para ello debemos tener en cuenta lo siguiente: 

  1. Elige el tema 

El camino de nuestra historia se basa en el tema que vayamos a elegir, dado que sobre éste trazo es donde se van a construir los demás elementos. Se trata de la idea principal de la historia u obra, a partir de qué surge y qué incluye para su desarrollo. Este tema puede representarse a partir de un personaje que presente quién es, dónde vive, cómo se comporta y qué le gusta, los acontecimientos que lo llevarán a enfrentar ese problema.

El tema debe ligar de primera mano a los protagonistas, haciendo que ese conflicto se convierta en un punto del destino inquebrantable y que deban enfrentar. 

  1. Construye el protagonista

Si bien la construcción de personajes es clave en todas las figuras que estarán presentes en la obra, el mayor trabajo recae en los protagonistas, pues será a partir de ellos que se representará la trama y por tanto, su personalidad se convierte en un factor clave y determinante para el desarrollo y el enfrentamiento al obstáculo. 

Identifica tu protagonista a partir de su edad, lugar en el que vive, intereses, virtudes, defectos, cómo es, cuáles son sus objetivos, deseos, sueños y anhelos, qué le molesta, etc. Esta identificación de su carácter facilitará, en cierta medida, la anticipación del espectador frente a las reacciones y modos de actuar que tendrá el protagonista frente a los problemas que enfrenta, muchas de las cuales pueden servir de familiarización e identificación sin buscarse.

  1. Plantea el conflicto 

Llegados a este punto, es momento de identificar cuál es el conflicto central que debe enfrentar el protagonista o los protagonistas, para continuar con el desarrollo de la idea principal. Se convierte en el momento cúspide que puede hacer referencia a los obstáculos o problemas que alejan de sus metas al protagonista. 

  1. Registra el orden 

Ahora que tienes estos elementos, es momento tomar la historia para organizarla en un orden lógico y cronológico, que permita una mayor comprensión a la hora de representarse. No es un requisito que la historia siga un orden estricto, pues como hemos visto en muchas otras historias, éstas pueden tener saltos en el tiempo, sin embargo sí es un requisito que estos procesos manejen un regreso que no pierda al lector o espectador. Mantén sostenida la secuencia 

  1. Crea la ambientación 

Los ambientes pueden depender de la cantidad de escenas y actos en los que quieras dividir tu historia, incluso del espacio en el que quieras representarla, no obstante, es necesario identificar estos cambios de espacio para que puedas construir toda la ambientación necesaria, es decir, los lugares en los que ocurren las acciones de la obra y las características tales como el momento del día, las condiciones del lugar, la presencia o no de más personas, etc. 

  1. Plantea el final 

A menudo en las historias de drama el final puede variar y no siempre alcanzar los objetivos del protagonista, dado que comprende que las circunstancias pueden llevarlo a otra serie de situaciones que no esperaba o que no había contemplado y todos los planes cambian, como por ejemplo que se realice un viaje, se encuentre un amor, se restaure la situación o no, etc. Todo este conjunto de condiciones surgen en el nudo de la historia, por ello es clave identificar la personalidad del protagonista para la toma de decisiones de acuerdo a su situación. 

  1. Revisión 

Cuando hayas terminado de escribir tu historia, es momento de leer para revisar la correcta secuencia de situaciones y su comprensión, así como corregir posibles faltas de ortografía, agregar o modificar aspectos que consideres no quedaron completamente claros, entre otros. 

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Autores y obras más importantes

Entre los exponentes de este subgénero literario resaltan obras como por ejemplo “Don Álvaro o la fuerza del sino”, escrita por el Duque de Rivas, así como “Un soñador para un pueblo” de Buero Vallejo, “La señorita Julia” de August Strindberg. 

Ejemplo de drama

El siguiente es un fragmento de “La señorita Julia” de August Strindberg traducido al español: 

-Juan: Eso dice usted ahora, pero en el fondo me desprecia ¡Tanto es así!… Una vez vine al jardín con mi madre para limpiar de hierbajos el sembrado de cebollas. Junto a la tapia del huerto había un pabellón turco a la sombra de los jazmineros, cubierto por madreselvas. Yo no podía imaginar para qué servía aquello; pero en mi vida había visto un edificio tan maravilloso. Con frecuencia entraba y salía gente de él, hasta que una vez vi la puerta abierta: me escurrí y dentro contemplé las paredes cubiertas por retratos de reyes y emperadores; la ventana tenía rojos cortinajes con franjas de seda. Ahora ya se da usted cuenta de si entiendo algo… (Coge una ramita de saúco y, sin soltarla, se la da a oler a la señorita). Yo no había estado nunca en el palacio, no había visto nada más que la iglesia; pero aquello era mucho más suntuoso; y adonde fuesen mis pensamientos, siempre volvían a fijarse aquí. Poco a poco fue creciendo en mí el deseo de conocer toda esta riqueza; me introduje al fin y admiré; a poco llegó alguien. El edificio no tenía más que una salida, pero yo encontré otra: no tenía dónde escoger. (Julia, que había cogido la ramita de saúco, la deja caer sobre la mesa).

Para conocer otros subgéneros literarios del género dramático, así como otros géneros que hacen parte de este tipo de arte, te invitamos a visitar nuestra sección dedicada a la Literatura, donde encontrarás mucha más información acerca de sus elementos, historia, exponentes y más. 

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