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Oda – Significado, características, estructura, ejemplo y más

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¿Qué es una oda? 

Se trata de uno de los subgéneros líricos más importantes y antiguos de la literatura universal, siendo un tipo de composición poética caracterizado fundamentalmente por el tono elevado que usa y la diversidad de temas que puede incorporar en su creación, a menudo aludiendo a una reflexión que realiza el escritor o poeta de la oda. 

Dada la antigüedad de la oda y las creaciones de los artistas, ha sido un tipo de composición que se ha desarrollado con mucha fuerza con el paso del tiempo, pues en sus inicios, especialmente, iba acompañada por un instrumento musical y desde Grecia ya se distinguían modalidades en las que podía ser cantada. 

Significado de oda

El término -oda-, proviene del vocablo griego oide, que hace referencia a canto. De ahí que se refiera a este concepto como todo tipo de obra creada para ser cantada y que se tome por una composición poética del género lírico de la literatura. 

Para conocer más acerca de otros subgéneros líricos, así como otros géneros de la literatura y en general mucha más información acerca de este tipo de arte, entonces visita nuestra sección de Literatura donde encontrarás todo lo que buscas. 

Definición de Oda

La oda puede definirse como un subgénero lírico en la que el poema es diseñado para ser cantado, cuya finalidad se enfoca a menudo en realizar algún tipo de alabanza a virtudes que posean objetos o personas y que el poeta quiere exaltar de forma positiva. Es una composición poética en verso con un tono elevado que puede abordar una gran variedad de temas con un contenido reflexivo del poeta impreso en la obra. 

Los motivos líricos en el caso de la oda, se relacionan fundamentalmente con la admiración, la pasión, el honor y la efervescencia hacia un individuo u otro objeto. 

¿Cuál es la función de la oda?

La oda ha sido usada con el fin de realizar alabanzas de carácter positivo a un personaje, un objeto o un individuo. De esta manera, la oda expresa la admiración que sujeta el poeta y así mismo la devoción que le concede a aquello a lo que le realiza homenaje a través de los versos que componen la obra, son aspectos que el poeta considera trascendentales.  

Origen de la oda

En sus inicios, las odas eran cantadas sin la presencia de instrumentos musicales, de manera que eran cantadas tanto por coros como por una sola voz. Sin embargo, como veremos, esto cambiará con el paso del tiempo. La oda nace en la antigua Grecia con el que se considera el principal exponente de este subgénero lírico, Píndaro. Las composiciones de Píndaro son poemas que pronto empezaron a vincular el acompañamiento de instrumentos musicales con una voz y la lira, aunque también incluían el coro. Esto permitió que se le considerara como un tipo de composición lírica.

Pronto resaltarán tres nombres representantes de la oda, además de Píndaro estarán Safos y Anacreonte. Por su parte, Safos se enfocará en temas amorosos y penas relacionadas con este sentimiento, mientras que Anacreonte se dirigía a la celebración, las fiestas y el vino. Por su parte, Píndaro dirigirá sus creaciones a la alabanza del Imperio, los militares, los guerreros y los atletas. 

Es así que la oda empieza a desarrollarse y difundirse. Llega al poeta latino Horacio, quien planteará otros elementos para su composición y pronto pasará a la posteridad con otros artistas que trabajarán esta forma de lírica entre los que se encuentra Federico García Lorca, Garcilaso de la Vega, Fray Luis de León, Petrarca, entre otros más. 

Genero lirico-oda

Características de la oda

Estas son algunas características claves acerca de este subgénero literario: 

Tema

Como mencionamos, la oda goza de una gran cantidad de opciones para elegir una temática de composición, de manera que una oda puede acudir a áreas como la religión, la filosofía, el amor y los sentimientos, figuras heroicas, entre otras más. 

Valores

Con frecuencia en las odas se aborda no solo una gran variedad de temáticas, sino que también se realiza una exaltación de ciertos valores a los que acude el poeta, por lo que los temas se enfocan en elementos fundamentales del ser humano, entre los que yace la muerte, los imperios, los placeres, el amor, el valor, la guerra, el heroísmo, entre otros, como es el caso de la “Oda a la alegría”, una de las composiciones más importantes y representativas de la oda. 

Composición

Otra de las características que debemos tener en cuenta es que la oda puede presentarse con estrofas regulares y con rimas muy variadas, incluyendo temas variados entre los que el poeta exalta sus valores. Usará la actitud apostrófica, aunque no debe confundirse con el himno, el cual se enfoca en un acontecimiento o hecho que exalta con fuerza. 

Estructura de la oda 

En cuanto a las partes o la forma en la que está constituida la oda, se debe tener en cuenta los siguientes elementos: 

Lenguaje

Es uno de los aspectos más importantes de composición de la oda, dado que se caracteriza por mantener un lenguaje generalmente grandilocuente, en el cual a través de la exaltación que se hace al objeto o persona de la obra, se persuade también al lector e incluso al que escucha el canto sobre el tema que se expone. 

Composición tripartita

Este tipo de composición se refiere a los tres elementos de estructura que deben contener el tema de la oda. Así, en la estrofa se menciona el tema sobre el que se va a desarrollar la obra, la antistrofa presentará el nudo o parte central de la oda y finalmente el epodos será el que cierre el poema con la reflexión que suele estar contenida por el poeta. 

Rima

 Se debe tener en cuenta que la rima no es una estructura esencial de las odas, dado que la mayoría de estas están escritas en una estructura de no rima y rima. 

Tipos de oda

Desde la antigüedad, en Grecia, se distinguen dos tipos de odas de acuerdo a su funcionalidad, estas son: 

Oda corales

Este tipo de odas se caracterizan porque se enfocan en un canto por un grupo de personas que conforman los coros. 

Odas cantadas por una voz

 A diferencia del tipo de odas anterior, esta modalidad se caracteriza porque en su canto sólo incluye a una sola persona, también recibe el nombre de monodia. 

Con el paso del tiempo y su constante desarrollo por poetas de distintas épocas, la lista de tipos de odas se amplió en función de los cambios que se iban dando y sus necesidades, de forma que fue posible consolidar las siguientes modalidades de la oda: 

Oda irregular

Son odas de procedencia inglesa que incluyen temas románticos donde la oda se presenta con un esquema irregular de composición dentro de la rima. Es así que no tienen un patrón establecido de rima. 

Oda pindárica

Es una de las formas más clásicas de la oda, la cual procede de sus modalidades primarias. La oda pindárica posee una rima regular que maneja temas más conocidos por el público y debe su nombre a Píndaro, una de las figuras más importantes de la Grecia antigua. 

Oda anacreóntica

Debe su nombre también a Anacreonte, otro de los poetas de la oda más antiguos. Esta modalidad se caracteriza porque el autor cantó principalmente al amor y al erotismo, además de imprimirle un único sentido, de forma que la oda anacreóntica se enfoca en este tipo de temáticas. 

Oda horaciana

También recibe su nombre por el poeta Horacio, quien se convierte en uno de los poetas latinos más importantes. Sus obras y así, este tipo de oda estará caracterizado por poseer un tono absolutamente íntimo manteniendo un ritmo regular en la composición. 

Oda romántica

Contrario a lo que se pensaría, este tipo de oda se liga a los elementos del Romanticismo como movimiento estético que nace durante el siglo XVIII y que se opone a otros movimientos que puedes encontrar en la sección de Literatura. La oda romántica llevará consigo nuevas ideas para la creación de la oda, incorporando un tinte mayor de subjetividad y con muchas más emociones en ella. 

Oda sagrada

Como su nombre indica, será un tipo de oda cuya composición se enfoca en temas religiosos en los que a menudo se alabará a Dios, así como también se exalta la experiencia de lo divino. 

Oda heroica

Este tipo de oda se funda en el canto de las hazañas y victorias logradas por figuras heroicas. Una particularidad que cabe resaltar de este tipo de oda tiene que ver con que exalta no solo los héroes de la antigüedad, sino que también menciona a los héroes de la modernidad. 

¿Cómo escribir una oda?

A continuación veremos algunos elementos clave para la escritura de este tipo de composición lírica, veamos: 

definicion de odas

Lluvia de ideas 

Siempre se recomienda acudir a una lluvia de ideas o de pensamientos que permitan tener un primer acercamiento para la elección del tema que se va a trabajar. Para ello conviene pensar en alguna persona u objeto que encontremos realmente maravilloso, del que podamos escribir aspectos positivos y que despierte en nosotros sentimientos armoniosos. 

Puedes ir anotando aquellos aspectos que más afinidad y pasión despiertan en ti para elegir el tema sobre el que vas a escribir la oda. 

Elección del tema 

Lo primero es tener en claro el tema al cual vamos a referirnos, ya sea en forma de alabanza o exaltación. Este debe ser un tema que apasione al escritor y que le emocione, pues esto le permitirá desarrollar una serie de sentimientos y expresiones que quedarán impresas en la composición lírica. La conexión personal con el objeto o persona, es determinante para la escritura de la oda y su expresión completa. 

Identificar características positivas 

Dado el sentido de la oda, es clave que en este paso nos enfoquemos en reunir todas aquellas características positivas del tema que hemos seleccionado. Puedes realizar una lista de ellas en las que explores las sensaciones que te producen y los sentimientos positivos que despiertan, estas serán clave para el desarrollo de la oda cuando se exalten sus valores y virtudes. 

Si quieres realizar un contraste entre los elementos positivos y negativos, es fundamental que los positivos sean de mucha más fuerza y potencia para la visión final de la oda. 

Escritura de la oda 

Ahora que tenemos todo lo anterior, es momento de empezar a escribir la oda. Lo primero que debes tener en cuenta es que en el desarrollo debemos dirigirnos de forma directa al objeto que hemos elegido para exaltar en la oda, de forma que incluso podemos acudir a la actitud apostrófica, es decir, dirigiéndonos a ella esencialmente. 

Revisión final 

Una vez la hayas escrito la oda, aléjate por un par de horas. Este tiempo de distancia servirá para que, cuando vuelvas a leerlo, puedas identificar elementos que podrías mejorar, realizar modificaciones e incluso refrescar un poco la imaginación para recurrir a otras fuentes de inspiración que te permitan nutrir la misma oda. 

Revisa otros aspectos fundamentales como la ortografía y la composición general de la oda. Y eso sí, no olvides leer obras de este tipo que puedas tomar como referencia de los autores y composiciones que verás a continuación para seguir explorando en este subgénero, pues para empezar a escribir obras como estas, es absolutamente necesario primero leer muchas de ellas.

Autores y obras más importantes

Uno de los autores más importantes de este tipo de composiciones líricas literarias es Píndaro, quien se dedicó a la creación de una gran variedad de odas que a menudo estaban dirigidas a los héroes, a los atletas y también a los dioses. Por su parte, Alceo de Mitilene, escribió odas en honor a los guerreros y militares. Safo escribió odas en nombre del amor y así mismo de los amantes, Anacreonte también escribió para el amor pero incluía otros temas como los placeres de la mesa. 

Con el paso del tiempo surgirán otras generaciones de escritores de odas entre las que encontramos a Horacio, Juan Nicasio Gallego, Fray Luis de León, Garcilaso de la Vega, Quintana, Herrera, Cienfuegos, Pablo Neruda, Ronsard, Bernardo Tsso, Víctor Hugo, Manzoni, Théodore de Banville, Klopstock, Abraham Cowley, John Gay, Petrarca, Federico García Lorca, entre otros. 

Ejemplo de oda

Una de las obras más recordadas e importantes de este tipo de subgénero lírico es la Oda a la Alegría, también conocida como “Himno a la alegría”, escrita por Friedrich von Schiller en el año 1785 y la cual, fue musicalizada por Ludwig van Beethoven. A continuación un fragmento de esta importante obra en su versión en español: 

¡Oh amigos, dejemos esos tonos!

¡Entonemos cantos más agradables y llenos de alegría!

¡Alegría! Alegría!

 

¡Alegría, hermoso destello de los dioses,

hija del Elíseo!

Ebrios de entusiasmo entramos,

diosa celestial, en tu santuario.

Tu hechizo une de nuevo

lo que la acerba costumbre había separado;

todos los hombres vuelven a ser hermanos

allí donde tu suave ala se posa.

Aquel a que la suerte ha concedido

una amistad verdadera,

quien haya conquistado a una hermosa mujer,

¡una su júbilo al nuestro!

Aun aquel que pueda llamar suya

siquiera a un alma sobre la tierra.

Mas quien ni siquiera esto haya logrado,

¡que se aleje llorando de esta hermandad!

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