¿Qué es el arte ibérico?
Este estilo de arte estuvo muy presente en toda España y por ello fue muy importante en la historia del arte. Aunque por destacar plenamente en España hay personas que desconocen de este estilo de arte.
El ibérico es el gran pueblo prerromano de la Península por excelencia. Pese a ser eclipsado por otras civilizaciones, el pueblo íbero, que dio su nombre a nuestra Península, fue un pueblo avanzado para su época aunque quedó eclipsado por otras civilizaciones aún más poderosas cultural o militarmente, hasta remansarse y fundirse definitivamente con el mundo romano.
Cronologicamente se sitúan en la Segunda Edad del Hierro, en la formación durante el Siglo V a.C., llegando a su apogeo sobre el Siglo IV a.C. Su situación geográfica fue el Levante y Sur de la península, la costa del mediterráneo, penetrando hacia el interior hasta la Meseta. Fueron pueblos independientes con cultura similar, que se organizaban en tribus, muchas de ellas gobernadas por un rey o Régulo, siendo los nobles propietarios de las mejores tierras.
Su arte, del que nos han llegado suficientes obras para su conocimiento, es de una gran complejidad por la influencia cultural de los pueblos colonizadores orientales que se habían instalado en ella con anterioridad, como los fenicios y los griegos y también por la tradición dejada por los tartesios.
En el arte ibérico encontramos diversas obras muy bien conservadas como pueden ser las obras realizadas a través de la escultura. Normalmente, las obras escultóricas solían realizarse con dos materiales destacados, el bronce y la piedra y algunas otras se realizaron con barro y madera, pero son escasos los ejemplos de estos últimos. Además en muchas obras de arte que se realizaron durante este periodo se pueden ver influencias del arte griego, aunque estas influencias fueron sutiles.
Arquitectura Ibérica
La arquitectura Ibérica se puede dividir en tres, según la utilizad de las construcciones:
Urbanismo
El tamaño de las ciudades ibéricas varía mucho, desde las 300 hectáreas hasta apenas una. Las ciudades más grandes se concentran en el sur y sureste de la Península, mientras que en la costa oriental son más reducidas. La mayoría de las ciudades se intentaban situar en lugares elevados, aunque también hay algunas que se encuentran en llano. Prácticamente todos los poblados ibéricos estaban rodeados por una muralla, de mampostería, ciclópeas, etc. Por regla general, todas las murallas ibéricas se refuerzan con torreones de tipo y ubicación variable. Los planos de ciudades y poblados que conocemos son pocos y casi siempre corresponden a aldeas pequeñas, que por eso han sido fáciles de excavar, como el del Cerro de la Nieves de Pedro Muñoz. Las casas ibéricas solían ser de reducido tamaño, con pocas habitaciones, suelen estar construidas con muros de adobe sobre un zócalo de piedra y revestidos con arcilla encalada. Podían tener umbrales de entrada y en su interior existían hogares y banco. Solían ser casas de un solo piso, pero también se construían de dos con una escalera adosada a la fachada.
Templos
Se han encontrado muy pocos restos de templos íberos, por lo que sólo dejan hacer conjeturas sobre este aspecto de su arte. Por un lado, han aparecido recintos cuadrangulares, aparentemente descubiertos y con una losa en el centro, que se han interpretado como santuarios hípetros, similares a los conocidos como «lugar abierto» del mundo oriental y por otro lado, se han encontrado un cierto número de edificios con una estructura bastante compleja que se piensa que podían tener una finalidad religiosa.
Arquitectura funeraria
Dentro de la arquitectura funeraria podemos destacar tres edificaciones distintas:
- Las tumbas de cámara: Estas tumbas podían estar excavadas en el subsuelo o construidas sobre él y cubiertas por un túmulo. Son características del mundo ibérico meridional, casi todas eran de planta rectangular, aunque también las había circulares. Las cenizas de los difuntos se metían en unas urnas cinerarias, que se depositaban sobre el suelo o en una cavidad abierta en el suelo y cubierta con losas planas. Como ejemplo tenemos, El Túmulo de la Galera, situado en Granada, está construido sobre el suelo, contaba con un dromos de acceso cubierto con una falsa bóveda y una cámara de planta cuadrada cubierta con losas que descansaban sobre un pilar central, todo realizado con sillares y cubierto por un túmulo de tierra que tenía marcado su perímetro con piedras.
- Monumentos turriformes: Dentro de estas construcciones tenemos la más importante,el Monumento de Pozo Moro, situado sobre un podio escalonado y presenta forma de torre con un cuerpo principal cuadrangular, con sus esquinas inferiores adornada por leones yacentes y algunos sillares decorados con relieves.
- Pilares-Estela: Estas construcciones consisten en un basamento, por lo general escalonado, sobre el que se alza un pilar con un remate en forma de capitel, que es la base de una escultura de animal, normalmente un toro. Tenemos muchos ejemplos de este estilo por todo el ámbito ibérico, pero el mejor ejemplo de este tipo de monumento es el Pilar-Estela de Monforte del Cid.
Dentro de la arquitectura Ibérica podemos destacar tres tipos de murallas dentro de la ciudad ibérica atendiendo al material de construcción:
Ciclópeos: que son murallas constituidas por grandes piedras sin trabajar.
De mampostería: que son murallas construidas con sillares más o menos regulares, formando dos paramentos, el exterior de piedras más grandes y el interior de piedras pequeñas. El espacio intermedio se rellenaba de tierra y piedras. Muchas de estas murallas parece que estaban revestidas con un grueso enlucido de arcilla pintada de rojo.
Poligonales: que son murallas con una destacada característica que son, los sillares son esculpidos entrantes y salientes para trabarse fuertemente entre sí.
Escultura ibérica
Probablemente la disciplina que más destacó en el periodo ibérico fue la escultura, para ser más preciosos la escultura figurativa. Este estilo de escultura estaba compuestas de pequeñas estatuas realizadas con bronces y que estaban usadas para los exvotos u ofrendas. Además, dentro de la escultura figurativa también podemos encontrar esculturas de un tamaño grande que se realizaban con piedra.
Se ve en sus obras una ausencia de la proporción y una armonía que es característica del arte griego, los íberos pensaban que era más importante el cuidado de los detalles que el conjunto en si. El material utilizado es principalmente la piedra, especialmente areniscas y calizas blandas; las piedras duras, el bronce y el barro cocido se reservaron a la realización de figurillas menores. Se cree que también se realizó escultura en madera, que no nos ha llegado, por un cierto estilo lígneo que tienen muchas de las obras en piedra.
Dentro del arte ibérico se pueden observar algunas obras de arte de esculturas en piedra muy importantes y destacadas como por ejemplo: la Dama de Elche y la Dama de Baza que tuvieron una finalidad funeraria. Y por otro lado, podemos destacar la Gran Dama de Oferente cuya finalidad fue meramente religiosa.
Se pueden destacar dos etapas dentro de la escultura Ibérica:
Una primera etapa llamada orientalizante: Es clara la existencia de una etapa antigua de la escultura ibérica con claras influencias del Mediterráneo oriental, que arranca de la etapa orientalizante del arte tartésico, a su vez inspirada por los fenicios y, en menor medida y más tardíamente, por los griegos y, con matices, influjos etruscos o cartaginenses, portadores a su vez de un lenguaje artístico helénico transformado. En esta etapa destacamos las obras como los relieves del Monumento de Pozo Moro, El León de Nueva Carteya y la Esfinge de Agost, que es uno de los mejores ejemplos de hasta qué punto influyó el arte griego en el ibérico.
Una segunda etapa llamada clásica: esta etapa va desde mediados del s. VI y, sobre todo, a lo largo del V a. C., y ejerce sobre los íberos una fuerte influencia la escultura griega cuyo estímulo se realizó la producción escultórica ibérica más importante, aunque sobre estas influencias se superpone la personalidad que le imprimieron las sociedades ibéricas. Como ejemplo de esta etapa tenemos la Dama de Elche, la Dama de Baza y la Dama oferente del Cerro de los Santos.
Otras disciplinas destacadas
Como hemos comentado anteriormente, en muchos de las disciplinas del arte ibérico se podía apreciar una leve influencia del arte griego. Es por esta razón por la que tenemos que destacar la disciplina de orfebrería, que fue en la que más influencia griega se pudo percibir. La obra más destacada de la orfebrería es el Tesoro de Jávea que está realizada con plata y oro.
Zonas donde se encontró el arte ibérico
Existen varias zonas o áreas que se vieron influenciadas por este estilo de arte y dentro de esas zonas se pueden observar varias características más de este tipo de arte. Estas áreas son:
- Andalucía: este estilo se desplazó sobre todo a las ciudades de Granada y Jaén. En estas ciudades las disciplinas más destacadas fueron la cerámica y la orfebrería que adquirieron varias influencias y características diferentes al resto de las zonas ibéricas.
- Interior: cuando hablamos del interior hacemos referencia a la Mancha Occidental. En esta zona destacaron varias figuras de bronce, zonas empedradas y exvotos. Sin embargo en la Mancha Oriental destaco la cerámica con un estilo ibérico propio denominado Ibero- levantino.
- Albacete: en Albacete y zonas de alrededor destacó como disciplina la escultura. Dentro de las obras de arte de la escultura ibérica, en Albacete se observó una gran originalidad y una enorme calidad estilística.
- Levante: en el levante, principalmente en Valencia, se pudieron observar varias representaciones que tenían varias influencias antiguas y además también se observaron varias influencias de la población griega. Probablemente, en arte que se generó en el levante fue uno de los primeros que se pudo desplazar a otros lugares aislados como por ejemplo en el valle del Ebro que se enlazó con varias influencias del arte celta y del arte romano.