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Ernst Max Biografía Corta 1891-1976 Obras Famosas

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¿Quién fue Ernst Max?

Max Ernst  pintor surrealista de origen Alemán fue un artista impactante e innovador que minó su inconsciente de imágenes oníricas que se burlaban de las convenciones sociales. Siendo un soldado en la I Guerra Mundial, Ernst emergió profundamente traumatizado y muy crítico de la cultura occidental. Esta carga de sentimientos alimentó directamente  su visión del mundo como irracional, una idea que se convirtió en la base de su obra.

La visión artística de Ernst  max, junto con su humor y su entusiasmo se ve  fuertemente evidenciada en sus obras  dadaístas y surrealistas.  Ernst fue un pionero de ambos movimientos. Al pasar la mayor parte de su vida en Francia, durante la segunda guerra mundial Ernst fue categorizado como un extranjero enemigo.

El gobierno de los Estados Unidos también le coloca la misma etiqueta cuando Ernst llegó como refugiado. En su vida posterior, además de su prolífico flujo de pinturas, esculturas y obras sobre papel, Ernst dedicó mucho de su tiempo a jugar y estudiar ajedrez que él venera como una forma de arte. Su trabajo con el inconsciente, su comentario social y amplia experimentación en el tema y su técnica siguen siendo influyentes.

¿Cómo se desarrolló Ernst Max?

Max Ernst nació en una familia católica de nueve niños en Brühl, Alemania, cerca de una colonia, de clase media. Ernst aprendió a pintar de su padre, un estricto disciplinario que era sordo y un maestro que tenía un interés ávido en el arte académico. Buena parte de la obra de Ernst como adulto intentó socavar la autoridad entre ellas la de su padre. Aparte de esta introducción amateur a la pintura en casa, Ernst nunca recibió algún entrenamiento formal en el arte, por lo tanto,  fue responsable de sus propias técnicas artísticas.

Ernst, se matriculó en la Universidad de Bonn en 1914 para estudiar filosofía pero pronto abandonó, afirmando más adelante que él evitaría cualquier estudio que lo pudiera llevar a solo ganarse el pan. En cambio, el artista prefirió aquellas áreas de estudio considerados inútiles por sus profesores, predominantemente la pintura, la filosofía de sediciosos y la poesía poco ortodoxa.

En ese momento, Ernst se convirtió profundamente interesado en la psicología y el arte de los enfermos mentales.  Igualmente, cuando la primera guerra mundial Ernst fue reclutado en el ejército alemán y sirvió en una división de artillería en la que vivió directamente el drama y el derramamiento de sangre de la guerra de trincheras,  sirviendo en los frentes occidental y oriental. Ernst fue uno de varios artistas surgidos del servicio militar, heridos emocionalmente y enajenado de las tradiciones europeas y los valores convencionales.

En este sentido, Max Ernst rechazó las convenciones y las tradiciones del arte, al mismo tiempo que poseía un profundo conocimiento de la historia del arte europeo. Cuestionó la santidad del arte mediante la creación de obras no representacionales sin relatos claros, haciendo aportes de iconos religiosos y mediante la formulación de nuevos medios de creación de obras de arte para expresar la condición moderna.

Ernst siempre estuvo profundamente interesado en el arte de los enfermos mentales como medio de acceso a las emociones primigenias y la creatividad sin trabas. Ernst fue uno de los primeros artistas en aplicar la teoría del sueño de Sigmund Freud, para investigar su psique profunda y explorar la fuente de su propia creatividad. Mientras que se volcaba hacia sí mismo, Ernst fue también aprovechando el inconsciente universal con sus imágenes ideales comunes.

Igualmente, estuvo muy interesado en localizar el origen de su propia creatividad, por lo que, Ernst intentó pintar libremente su psique interna en un intento de llegar a un estado preverbal. Esto desató sus emociones primarias y reveló sus traumas personales, que luego se convirtió en el tema de sus pinturas y collages. Este deseo de pintar  la pintura del subconsciente, también conocida como automática fue crucial en su obra surrealista y más tarde influiría en los expresionistas abstractos.

Aunque principalmente autodidacta, Ernst fue influenciado por las obras de Vincent van Gogh y Agosto Macke y los lienzos de Giorgio de Chirico que habían movido su interés por la imaginería del sueño y el fantástico. Ernst minado por las experiencias de su niñez y la guerra representa escenas absurdas y apocalípticas.

Ernst regresó a Alemania después del armisticio, junto con el poeta artista Jean Arp ayudaron a formar el grupo Dada en Colonia. Al mismo tiempo él mantuvo estrechos lazos con la vanguardia parisina. Igualmente, Ernst comenzó a crear sus primeros collages en 1919, con la reelaboración de materiales mundanos tales como manuales científicos y catálogos ilustrados para crear imágenes nuevas impresionantes, fantásticas sin sets narrativos. Esta imagen irracional permitió a Ernst el mundo de los sueños, el subconsciente y la alteración visual, con todos estos elementos, él sondeó su propia psique como inspiración para hacer frente a su propio trauma.

En 1922, Ernst dejó a su primera esposa y se trasladó a París, donde vive y trabaja hasta 1941,  cuando la segunda guerra mundial le hizo imposible permanecer en Europa. Durante estas décadas, el surrealismo vino a desplazar el dadaísmo con la publicación de André Breton del primer Manifiesto (1924) surrealista y Ernst se convirtió en uno de los miembros fundadores del movimiento. Por lo tanto, Ernst y sus colegas artistas fueron descubriendo las posibilidades de autonomismo y los sueños, de hecho, en sus investigaciones artísticas fueron ayudados por hipnosis y el complejo alucinógeno.
En 1925, con el fin de activar el flujo de las imágenes de su inconsciente, Ernst comenzó a experimentar con el frottage (frotamiento del lápiz con cosas tales como madera, tela u hojas),  y la calcomanía (la técnica de transferencia de pintura de una superficie a otra presionando las dos superficies juntas). Sus experimentos y las innovaciones técnicas le llevaron a imágenes acabadas, a patrones accidentales y texturas definidas que luego incorporaría en sus dibujos y pinturas. Este énfasis en el contacto entre materiales, así como la transformación de materiales cotidianos para llegar a una imagen que significaba una especie de conciencia colectiva, pasaría a ser central en el concepto de surrealismo y  del automatismo.

¿Por qué es importante el trabajo artístico de Ernst Max?

Ernst Max logró una hazaña poco usual, ya que él estableció una reputación brillante y crítica en tres países simultáneamente (Alemania, Francia y Estados Unidos) mientras aún vivia. Aunque Ernst es un artista que hoy es más conocido por los historiadores del arte y los académicos que por el público en general, su influencia en la conformación de la dirección del arte americano de mediados de siglo es fácilmente reconocible. A través de su asociación con Peggy Guggenheim, Ernst interactuó con los expresionistas abstractos directamente y a través de su hijo Jimmy,  Ernst,  se convirtió en un pintor expresionista abstracto Alemán/Americano bien conocido después de la guerra.  Igualmente, mientras  estaba en Sedona, Ernst se sintió atraído por el arte del sudoeste americano nativo Navajo como inspiración artística. Los expresionistas abstractos más jóvenes, en particular Pollock, quedaron fascinados con el arte de la pintura de arena, ya que la misma estaba profundamente ligada a los rituales de sanación y evocaciones de lo espiritual. Ernst sigue siendo una figura fundamental para esos artistas profundamente interesados en la técnica, en la psicología y el deseo de enfrentarse a las costumbres sociales.

¿Cuáles fueron las técnicas pictóricas utilizadas por Ernst Max?

La biografía de Ernst Max destaca el tumulto de principios del siglo XX. Max luchó en la I Guerra Mundial, fue condenado por su arte por los Nazis, fue internado en un campo de prisión y escapó a los Estados Unidos con la ayuda del mecena de arte y coleccionista Peggy Guggenheim. Siendo un hombre de su tiempo, Ernst entiende la urgencia de hacer sentido al mundo moderno, no a través de viejas estrategias de búsqueda de la verdad, sino a través de una identificación con lo irracional, caótico, imprevisible y del otro mundo, ya que, él fue dibujando particularmente la realidad alternativa ofrecida por los sueños. Abrazó la impenetrabilidad última, y la cualidad de significación abierta caracterizada por su acercamiento a la producción en general.

El movimiento del Dadaísmo, del capítulo de colonia que Ernst había fundado, explorado, y ejecutado, tanto en la poesía, como en el diseño expositivo innovador y collage, como una forma de catalizar la colisión y reconfigurar el mundo ya estaba establecido. Por lo tanto,  a  principios de 1919, Ernst comenzó a explorar lo que él llamó «el más allá de la pintura». Sus primeras incursiones en este nuevo estilo habían implicado el collage, una técnica de otros artistas Dadaístas como Hannah Höch y John Heartfield que también la estaban usando. Sin embargo, esta técnica ocultó la visión inculta de las revistas, de la calle y del contrabando en el del arte, trayendo imágenes dispares en yuxtaposiciones extrañas.
En este sentido, Ernst continuo en el collage y en 1929 creó el primer libro de collage, titulado, “la dama de las cien cabezas”, una colección de finales del siglo XIX con una impresión tipo bloque de madera, que modificó añadiendo estilísticamente intervenciones visuales. Cada collage estaba acompañado por unas leyendas absurdas. Igualmente, el libro se lee como un melodrama victoriano en el que las escenas eran desordenadas, y quien lo tradujo al inglés, admitió en su nota de traductor que todavía tenía que agotar su significado.

En 1925, Ernst comenzó a utilizar la técnica del frottage, que consiste en poner una hoja de papel sobre una superficie con textura e ir frotando con carbón o grafito. Ernst utiliza típicamente superficies texturadas como pasajes de una composición más grande. Él también empleó una técnica llamada grattage, en el que un objeto se coloca en un pedazo de papel, y luego se cubre con una fina capa de pigmento. Al raspar el pigmento se revela una impresión con los colores de los objetos y su textura. La pintura de flores de nieve (1929) fue creada mediante frottage y grattage.

Ernst siguió experimentando con técnicas hasta su muerte en 1976. Igualmente, Ernst creó numerosas esculturas, contribuyó con una sección experimental  en 1947 de la película de Hans Richter titulada: “sueños que el dinero puede comprar”  y a mediados de la década de 1940 había estado experimentando con una técnica de pintura llama oscilación, perforando un agujero en la parte inferior de una lata de pintura y luego moviendo la lata para crear curvas madejas de la misma. Esta técnica se ha citado como influyente en el desarrollo de la pintura de acción. Así, a lo largo de toda su trayectoria él todavía se consideraba un pintor obligado a reinventarse constantemente. No obstante, Ernst considera que su única virtud es haber conseguido no encontrarse a sí mismo. Por lo que, su postura fue de un pensamiento caótico, absurdo, irracional, que lo llevaron a  realizar composiciones y obras enigmáticas que desafiaron a la interpretación, convirtiendolo en uno de los más conocidos, pero menos entendido, artistas del siglo XX.

¿Cuáles son las principales obras pictóricas de Ernst Max?

A continuación se describen brevemente algunas de las obras de este notable pintor, la mayoría del surrealismo.

Las mujeres deleitándose violentamente y agitandose en el amenazante aire, (1929), Museo de Berlín.

Las Flores de Nieve, (1929), técnica del frotado, Fundación Beyeler.

Pertenece a un conjunto de lienzos con el mismo tema realizados entre 1927 y 1929, en el momento de mayor reconocimiento de Max Ernst como gran figura del surrealismo. La naturaleza de las flores es nacida de la imaginación del pintor.

Europa después de la lluvia, (1940-1942), Museo de Arte,  Wandsworth Hartford. En 1924 realizó una de sus piezas más famosas, titulada:

Dos niñas amenazadas por un ruiseñor (1936). Es un cuadro surrealista, en el que el ruiseñor es un hombre que aparece sobre un tejado, dispuesto a llevarse a una chica en brazos, mientras abajo hay otra chica desmayada y otra mas huye aterrada.

La Tentación de San Antonio (1945). Ernst pinta al santo con un hábito rojo escarlata, padeciendo torturas indescriptibles  de monstruos salidos su delirante interior. Estas extrañas criaturas son raros hibridos de animales, plantas y seres humanos.

La pubertad cercana o las pléyades (1921). En esta obra se contrapone la imagen y el texto. Se relaciona la gracia de las Pléyades con la figura femenina desnuda y sin cabeza, tomada de una fotografía, del centro del cuadro. La mirada en penumbra, se dirige angustiosamente  hacia el adoquín a punto de caer, encuentra un punto de apoyo en el trozo de piedra de la parte inferior de la representación, que deja una huella negra.

El Ángel en Chimenea (1937). El triunfo del surrealismo. Representa una de sus más resaltantes obras, presentada en un lienzo de forma dinámica, en la que todo el telón de fondo es de un cielo ominoso. El título, posiciona a esta figura como la representación de un ángel y también del triunfo del movimiento surrealista, es un testimonio del ingenio de Ernst.  Con una alegoría y símbolo entre bestia y dragon.

La Naturaleza al Amanecer (1938), Colección 2013, ProLitteris, Zurich. Muestra la naturaleza, resaltando el color y la luz en el cuadro.

El Robin de la novia, (1940), dos cuadros de la colección de Peggy Guggenheim, Venecia 2013, ProLitteris, Zurich.

La Santísima Virgen castigando al niño Jesús (1926). Ante tres testigos: André Breton, Paul Éluard y el artista.

El Jardín de Francia, (1962), Museo Nacional de Arte Moderno. Centro George Pompidou, Paris, ProLitteris, Zurich. Es una pintura en oleo. Como en casi todas sus obras resalta el color y las imágenes de los personajes son mayormente irreales, producto de los sueños y la imaginación del artista.

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